Por favor, póngame una de cesárea

  • El doctor Lluís Cabero, jefe de servicio de Obstetricia y Ginecología en el Hospital Vall d’hebron, cree que en España se está “frivolizando” el hecho de someterse a una cesárea e incluso ya se considera un parto natural. Los motivos de una mujer para demandar una cesárea a su médico son “inescrutables” y, entre ellos, a finales de año puede encontrarse recibir el cheque-bebé de 2.500 euros.
C. Ibáñez

Mónica tiene 34 años y es una primeriza a la que le toca dar a luz en plenas Navidades. En principio, le han dicho que el día que tiene que marcar en el calendario es el 24 de diciembre, pero ya se sabe que con las primerizas no hay nada seguro. Ella está tranquila y no piensa en programar el parto. “Mi niño vendrá cuando tenga que venir y si me quedo sin los 2.500 euros pues me quedo sin ellos y listo”, afirma Mónica.

“No tengo ninguna intención de programar el parto por 2.500 euros”. Sin embargo, sonríe y reconoce que si se le retrasa mucho y fuera necesario programar una cesárea y su ginecólogo quiere hacerla, por ejemplo, el día 2 de enero, “sutilmente le sugeriré si puede ser para el 30, si al niño no le ocasiona ningún problema. Si puede ser bien y si no, pues nada, me quedo sin el cheque-bebe”.

Los expertos temen que este motivo se sume a las razones que esgrimen algunas mujeres para pedir una cesárea, sobre todo por el miedo al parto y al dolor. En España se está produciendo, al igual que en otros países desarrollados, un “incremento desaforado” de las cesáreas, en concreto ya se practican en el 25% de los partos, aunque en la mayoría de los casos tienen indicación médica.

Las cesáreas a demanda, es decir, las que piden las mujeres porque tienen miedo al parto, miedo al dolor o miedo a que el niño sufra, son las que más preocupan. Según el doctor Lluís Cabero, jefe de servicio de Obstetricia y Ginecología en el Hospital Vall d’Hebron y catedrático de esta área en la Universidad Autónoma de Barcelona, en nuestros país ya se practica un 5% de este tipo de cesáreas “innecesarias”. Innecesarias porque las pide la mujer sin ninguna indicación médica.

“Se ha frivolizado la cesárea de tal modo que casi se considera como si fuese un parto normal e incluso se ha banalizado como si fuera ponerse botox o unos implantes mamario. No le dan más valor”, lamenta Cabero.

En opinión del doctor Cabero, “no es justo que la mujer haga esto, aunque tiene todo el derecho a pedirlo”.  Por ello, no descarta que una de las razones que aleguen a finales de año sea el cheque-bebe, porque “sus motivos son inescrutables”.

Algunas de las razones que Cabero se ha encontrado en su experiencia profesional son tan rocambolescas como que “el fin de semana le viene mejor porque su marido no tiene que coger el día libre o porque el niño se va de acampada y así ella pueda parir tranquilamente”. Esto demuestra que las mujeres “tienen muy poca información cuando toman una decisión basada en este tipo de razones”.

“Cuando los médicos entran en el juego”

Este tipo de motivos tienen que ser rebatidos por los médicos porque reflejan que estas mujeres no están suficientemente informadas de los riesgos de una cesárea. Sin embargo, el doctor Cabero cree que el problema aumenta cuando algunos médicos “se prestan a este juego” porque tienen “más manga ancha en estos casos”.

 

Cabero también apunta que estos casos se dan más en las clínicas privadas porque en estos centros el médico está solo, mientras que en los sistemas públicos hay protocolos y los servicios están más controlados.

“Además de ser más magnánimas, en las clínicas privadas también hay dificultades adicionales, por lo que hay médicos que toman estas decisiones por miedo a tener problemas médico-legales al no disponer de toda la infraestructura requerida en una emergencia”.

 

En este sentido, el doctor Juan José Máñez, ginecólogo en el Hospital La Fe de Valencia y vicepresidente del Colegio Oficial de Médicos de Valencia, cree que las llamadas  cesáreas a demanda son “algo personal” que en un hospital público no se hacen, “pero en uno privado cada ginecólogo es responsable de lo que hace y allá su conciencia”.

“Todo lo que no está indicado está contraindicado. En teoría si tú haces una cesárea para terminar antes está contraindicado, sólo debe hacerse si el parto normal no va a delante o hay riesgo para el bienestar del feto” o de la madre. “Si todo funciona normal el parto natural es lo mejor”.

El incremento de cesáreas, alertado por la Organización Mundial de la Salud, ha provocado que los hospitales ahora “miren con lupa” todas las cesáreas que se programan para comprobar las indicaciones médicas que la justifican, explica el doctor Jesús Grande, jefe de Obstetricia del Hospital 12 de Octubre y miembro del Colegio Oficial de Médicos de Madrid.

La cesárea es una intervención quirúrgica y, por tanto, conlleva más riesgos que un parto normal. Pese a estos riesgos, sigue habiendo mujeres que “se niegan en absoluto a tener un parto normal porque no lo quieren pasar mal”, insiste el doctor Grande.

Los médicos son los que tienen que hacer ver a las mujeres estos problemas e indicarles que hay métodos analgésicos, como "los masajes, las bañeras, el calor, las pelotas para la dilatación, el óxido nitroso o la epidural”, que disminuirán el dolor en el parto natural.

En su opinión, no hay que estigmatizar las cesáreas, porque “cada vez son más seguras y cada vez hay menos complicaciones”, pero, advierte, sólo deben programarse cuando se pueden programar, es decir, “cuando se prevén dificultades que puedan ocasionar riesgos para el feto o para la madre”.

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