Por si no hubiera bastantes accidentes, llega el retrovisor con videojuegos

  • Por si las 2.500 personas que mueren al año en las carreteras españolas, y las decenas de miles más que lo hacen en otros países del mundo, no fueran suficientes, la empresa Chinavisión ha dado a conocer su último invento: un retrovisor con pantalla táctil, Bluetooth y videojuegos.

Por si las 2.500 personas que mueren al año en las carreteras españolas, y las decenas de miles más que lo hacen en otros países del mundo, no fueran suficientes, la empresa Chinavisión ha dado a conocer su último invento: un retrovisor con pantalla táctil, Bluetooth y videojuegos.

El dispositivo consta de una pantalla táctil de 4.3 pulgadas, un navegador GPS y una unidad de Bluetooth 2.1 que se colocan sobre el retrovisor original del vehículo. Con él se pueden reproducir archivos multimedia, disfrutar de videojuegos con funciones táctiles y grabar (con imagen y sonido, a una resolución de 640x480 y en multitud de formatos) lo que sucede dentro del automóvil, a modo de caja negra. Por si sucede lo peor al soltar las manos del volante para echar una partida...

El peculiar espejo, que no requiere ninguna instalación o configuración para ser utilizado, viene con un cargador para acoplarlo al mechero del coche y un cable de corriente por si se quiere enchufar de forma permanente a la batería del vehículo y cuesta unos 200 dólares a través de eBay.

En cuanto al GPS, que corre sobre un procesador Centrality Atlas Dual-Core a 500 megahertzios, es compatible con las marcas más habituales de software, como TomTom, iGO o Route 66.

Por si fuera poco, la unidad cuenta también con un micrófono y unos altavoces para realizar llamadas en modo manos libres, gracias a la conexión Bluetooth. La misma que permitirá recibir la señal de una cámara trasera perfecta para aparcar de forma sencilla.

Todo un arsenal de posibilidades para un dispositivo peligroso, que es mejor que utilice el copiloto, o que se utilice sólo con el vehículo estacionado... O que no se utilice, pues reduce de forma drástica la visibilidad para la que el espejo retrovisor fue diseñado.

Y, además, pasarse un videojuego con el brazo levantado debe de ser, cuando menos, incómodo.

David G. Ortiz
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