Más de 400 víctimas potenciales de violencia machista en Mozambique, protegidas gracias a un proyecto con SMS

Más de 400 víctimas potenciales de violencia machista en Mozambique, protegidas gracias a un proyecto con SMS
Más de 400 víctimas potenciales de violencia machista en Mozambique, protegidas gracias a un proyecto con SMS
EUROPA PRESS
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En 2013 Médicos del Mundo, junto a varias organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, impulsaron la creación de un Centro de Asistencia Integrada a las Víctimas de Violencia (CAI) en Ndlavela, un distrito de Matola, una de las provincias más golpeadas por la violencia machista del país. El CAI nació con el objetivo de ofrecer en el mismo lugar una atención policial, jurídica, social, médica y psicológica a las víctimas de violencia de género. "Evitaba la desasistencia de las mujeres, aumentaba el número de denuncias y evitaba el traslado de las víctimas a diferentes lugares para poder recibir toda la atención necesaria", explica Lini.

Sin embargo, tras la implantación del CAI, los impulsores del proyecto observaron que había un escaso acceso a los servicios, así como a un alto abandono por parte de las víctimas en lo que concierne el seguimiento de sus casos después de haber denunciado. Mientras el escaso acceso deriva del desconocimiento de los servicios y de las dificultades en el acceso a las propias instituciones de denuncia, los motivos del abandono tenían que ver con el proprio miedo a la denuncia y a las dificultades en el seguimiento de los casos por parte de los propios centros integrados. "El peso del silencio y del miedo de represarías por sus parejas y/o familias, nos mostraron la necesidad de un servicio de información anónimo", afirma.

Por ello, en abril de 2016 lanzaron un nuevo sistema a través del teléfono móvil con el objetivo de que la víctima se sintiera segura en denunciar y permitir una respuesta rápida, eficiente y personalizada por parte del centro. Este 25 de noviembre, con motivo del Día Internacional contra la Violencia de la Mujer, la ONG hará una presentación oficial en Mozambique para divulgar el proyecto en la zona con el que se estima proteger anualmente a aproximadamente 400 mujeres adultas e jóvenes, niñas y niños, víctimas en potencia de violencia de género y doméstica que se han escogido como grupo vulnerable prioritario.

Gracias a la instalación en el ordenador del ICAI y en el Smartphone de la coordinadora del centro de una plataforma de gestión de SMS, se garantiza el contacto permanente con la víctima de violencia que busca ayuda. Así, la víctima podrá enviar un mensaje gratuito de contacto al CAI (número 90603) y, una vez atendida, el CAI podrá comunicarse con ella a través de los SMS para agendar las sesiones de tratamiento médico, psicológico y las citas para el seguimiento legal y, finalmente, su reinserción social. El mensaje se compone por un menú de opciones a través del cual la víctima podrá dar datos sobre ella y el tipo de violencia sufrida, sin posibilidad de rastreo por parte del agresor, lo cual garantizará también la confidencialidad.

La plataforma permitirá también que se realicen actividades de prevención a través del envío masivo de SMS (a grupos de de usuarios registrados a través de la misma) que informan sobre los elementos identificadores de las situaciones de violencia y los mecanismos de denuncia. "La existencia de un número corto (shortcode) garantizará a la víctima una protección permanente y la monitoria de su caso en la perspectiva de darle seguimiento hasta cerrar el caso judicial y la reconstrucción psicosocial", añade.

Además, el programa tiene una componente de prevención que trabaja con 4 escuelas secundarias de la zona, para la identificación y la correcta derivación de casos de violencia de género, así como la sensibilización sobre los derechos sexuales y reproductivos de los/as jóvenes a través de núcleos de asesoramiento formados por activistas escolares.

TOLERANCIA SOCIAL A LA VIOLENCIA MACHISTA

Según señala Lini, a nivel político y legislativo Mozambique se encuentra en un momento "favorable" ya que se han impulsado varias reformas como la Ley de la Familia de 2004 o la Ley sobre Violencia Doméstica de 2009. Además, se ha elaborado un Plano de Prevención y Combate a la Violencia contra la Mujer y la Encuesta Demográfica y de Salud de 2011 por primera vez incluyó un apartado de violencia doméstica.

Sin embargo, a pesar de las iniciativas de los últimos 10 años, los organismos y asociaciones de derechos humanos consideran que aún queda "un largo camino por recorrer ya que la violencia contra las mujeres está de alguna manera tolerada en la sociedad como en las instituciones públicas y órganos políticos", añade. Para el coordinador de Médicos del Mundo el problema yace en que las iniciativas puestas en marcha no abordan las "razones profundas de este fenómeno y no se cuestionan".

Según datos del Instituto de Salud del país, 1 de cada 3 mozambiqueñas entrevistadas había sufrido violencia física y 1 de cada 4 había sido víctima en el 2010. "Esto significa que las acciones miran a la asistencia a las víctimas y a la criminalización de los perpetradores, mientras la comunidad y las instituciones continúan considerando la violencia como un fenómeno normal en la resolución de conflictos entre hombre y mujer", afirma.

Además, la falta de asistencia médica dificulta el proceso. "La asistencia médica y psicológica no son prioritarias para unidades sanitarias sobrecargadas de pacientes y ya fragilizadas estructuralmente, la asistencia psicológica y la medicina forense tienen grandes limitaciones en recursos humanos, y la asistencia legal queda todavía poco accesible por la mayoría de las víctimas y su uso encuentra serias resistencias en el seno del entorno primario (familiar) y secundario (comunidad)", concluye.

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