Presidente de Burundi jura cargo para polémico tercer mandato

  • El presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, juró su cargo este jueves para un polémico tercer mandato, que ha sumido al país en la violencia, anunció la presidencia burundesa en Twitter.

"El presidente Pierre Nkurunziza acaba de jurar su cargo para un nuevo mandato de 5 años", asegura la presidencia en la cuenta oficial de la red social.

Esta ceremonia, que tuvo lugar en el Palacio de Congresos de Bujumbura, solo fue anunciada unas horas antes por razones de seguridad, según un miembro del CNDD-FDD, el partido de Nkurunziza.

Ningún jefe de Estado extranjero estuvo presente. Sólo Sudáfrica mandó una representación ministerial mientras que varios países africanos así como China y Rusia enviaron a sus embajadores, no así los de los países de la Unión Europea y Estados Unidos que estuvieron representados por diplomáticos de rango medio.

La oposición, la sociedad civil y la Iglesia católica y una facción de partido de Nkurunziza, el CNDD-FDD, estiman que el tercer mandato es contrario a la Constitución y al Acuerdo de Arusha que abrió la vía al final de la guerra civil (300.000 muertos entre 1993 y 2006), que limitan a dos los mandatos presidenciales.

Nkurunziza fue elegido en 2005 por el Parlamento y después en 2010 y el 21 de julio último por sufragio universal directo.

Los partidarios del jefe del Estado explican que como la primera vez fue elegido por sufragio indirecto, debido a una disposición especial de la Constitución aplicable al primer jefe de Estado elegido al término de la transicición posguerra civil, su primer mandato no cuenta en la limitación constitucional.

Las autoridades abortaron en mayo un intento de golpe de Estado militar y la brutal represión acabó con seis semanas de manifestaciones, sobre todo en Bujumbura, contra este tercer mandato.

Pese a la reelección en la primera vuelta el 21 de julio, la práctica totalidad de la comunidad internacional considera poco creíble la elección y la seguridad sigue degradándose con ataques nocturnos contra la policía y asesinatos puntuales en Bujumbura y en provincia.

Los observadores temen que la violencia se generalice en un país con una historia poscolonial jalonada de masacres entre hutus (85% de la población) y tutsis (15%) que sigue traumatizado por la guerra civil.

La oposición avisó que Nkurunziza dejará de ser legítimo en cuento jure su cargo ya que la reeleción es "ilegal".

ayv/af.zm

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