El príncipe George monta el show en Canadá al negarle el choca esos cinco a Trudeau

  • George se dio cuenta de que todo el mundo miraba a la princesa Charlotte, de 16 meses... y decidió ir por libre.

    Ahí dejó con la mano extendida a Justin Trudeau, que reaccionó con risas. El pequeño prefería ver los aviones.

El príncipe George robó una vez más el show de los príncipes a su llegada a Canadá. Ahí dejó con la mano extendida a Justin Trudeau, que reaccionó con risas.  Él estaba entusiasmado con los helicópteros, y lo del protocolo le empezaba a agobiar.Y además, mamá Kate solo hacía caso a su hermana. Su papá es menos simpático.  George se dio cuenta de que todo el mundo miraba a la princesa Charlotte, de 16 meses... y decidió ir por libre. Ya se lo había pasado suficientemente bien mirando por la ventanilla del avión. Bastante tenía él con llevar esos calcetines hasta las rodillas. Le picaban... y su madre reía.  Al final, agobiado por papá, tuvo que dar la mano a mucha gente.Mamá llevaba como siempre un elegante vestido azul, un sombrero de Co y un brillante diamante de hoja de arce de la Reina.Charlotte, en brazos de mamá, llevaba un vestido blanco con zapatos de color azul y un lazo azul en el pelo. Ella sí que estaba contenta, aunque no dejaba de meterse el dedo en la boca.Kate se dió cuenta enseguida que George tenía un mal día. Así que se acercó y le dijo: '¿Estás bien?' y le acarició el pelo y las mejillas. La cosa mejoraba. George ya sabe lo que es saludar en batín a Obama.  Justin Trudeau, y su glamorosa esposa, Sophie, no se molestaron. Total George es George. Que se lo digan a Obama.

M.T.
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