Las pruebas de ADN no convencen en el cambio de hábitos

Las pruebas de ADN no convencen en el cambio de hábitos
Las pruebas de ADN no convencen en el cambio de hábitos
EUROPA PRESS
EUROPA PRESS

Estos resultados son oportunos dados los altos niveles de interés en la medicina personalizada y el creciente uso de las pruebas directas al consumidor para una serie de trastornos complejos comunes, señalan desde el equipo de investigación, dirigido por la profesor Teresa Marteau, de la Universidad de Cambridge, Reino Unido.

Se revisaron los resultados de 18 estudios sobre los efectos de la comunicación de las estimaciones de riesgo genético de enfermedad cardíaca, cáncer y enfermedad de Alzheimer, para las cuales un cambio de comportamiento podría reducir ese riesgo. Entre los hábitos está fumar, consumir alcohol, la dieta y la actividad física.

Otros resultados analizados fueron el motivo para cambiar el comportamiento y los niveles de depresión y ansiedad. Los resultados apuntan que no hay efectos significativos de la comunicación de las estimaciones de riesgo basadas en el ADN para alentar a dejar de fumar, mejorar la dieta o realizar actividad física.

Tampoco se observaron efectos sobre cualquier otro comportamiento, como consumo de alcohol, uso de medicamentos, conductas de protección solar y asistencia a los programas de cribado o de apoyo al cambio de conductas. Igualmente, no hubo influencia sobre la motivación para cambiar el comportamiento y no se detectaron efectos adversos, como la depresión y la ansiedad.

Otros análisis no proporcionaron pruebas claras de que la comunicación de que una persona tiene un genotipo que confiere riesgo afectó al comportameinto más que la comunicación de que no presentaba tal genotipo. Los investigadores señalan que los estudios eran en su mayoría de riesgo alto o de sesgo incierto y la evidencia era normalmente de baja calidad.

Sin embargo, dicen que sus resultados sugieren que la comunicación de las estimaciones de riesgo de enfermedad basadas en el ADN tienen poco o ningún efecto sobre la conducta de salud para reducir el riesgo. "La evidencia existente no es compatible con las expectativas de que este tipo de intervenciones podrían desempeñar un papel importante en el cambio de comportamiento motivador para mejorar la salud de la población", concluyen.

Mostrar comentarios