Puxeu insta a la Junta de Castilla-La Mancha a preservar el acuífero de Daimiel

Madrid.- El secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, ha pedido hoy a los responsables de la Junta de Castilla-La Mancha que "endurezcan los usos de la zona de las Tablas de Daimiel" para preservar un acuífero que es "fundamental" para la supervivencia de este humedal y de las aves migratorias que lo usan.

Puxeu ha hecho este llamamiento público, después de entregar la medalla de la Orden de Isabel la Católica a Luc Hoffmann, el naturalista suizo fundador de WWF Internacional y creador del Parque Nacional de Doñana.

El secretario de Estado ha destacado que Daimiel, un humedal que es Parque Nacional y Reserva de la Biosfera, y que está siendo destruido por un incendio subterráneo, requiere una actuación inmediata para salvarlo porque "no podemos perder espacios que nunca podríamos recuperar".

Por eso, ha explicado, el Ministerio llevará a cabo "de forma inmediata" una aportación externa de agua "radical", una medida que "no es ortodoxa pero es fundamental para salvar este humedal".

Además, para conservar las Tablas de Daimiel, el Ministerio ha adquirido más de 1.500 hectáreas de terreno de la zona de influencia de Daimiel y la semana próxima adquirirá otras 150 hectáreas, una medida que contribuirá a "liberar la presión sobre este ecosistema", porque la intención del Ministerio es preservarlo "con el medio que sea necesario: la legislación, la razón o la compra de terrenos".

El secretario de Estado ha destacado el trabajo de conservación de Luc Hoffman, un defensor del patrimonio natural de España y de sus humedales, "que merece todos nuestros reconocimientos" porque en la década de los cincuenta supo enfrentarse al gobierno de una dictadura para conservar el mejor humedal de Europa, Doñana".

Tras recibir la medalla de Isabel la Católica -una de las máximas distinciones que otorga el Estado español-, Hoffman ha agradecido el galardón y ha recordado a su gran amigo el biólogo José Antonio Valverde, con quien compartió un profundo amor por la naturaleza y las aves de las marismas mediterráneas.

"Agradezco mucho este premio pero creo que no hice lo suficiente para merecerlo", porque "en realidad soy un apasionado de la naturaleza que nunca le ha dedicado mucho tiempo a la ciencia", ha bromeado.

Previamente, en un encuentro con periodistas, Hoffman ha explicado que llegó a Doñana cuando este humedal estaba en serio peligro de extinción, ya que sobre él planeaba un proyecto de desecación -los humedales se consideraban zonas insalubres- y otro de plantación de eucaliptos.

"Actualmente este Parque Natural ya está protegido y aunque su mayor amenaza sigue siendo la demanda de agua hoy se trabaja con los agricultores para mantener pozos abiertos entre las plantaciones y evitar que la fauna se vea afectada por la agricultura".

De hecho, Hoffman sostiene que para conservar un humedal no hace falta sacrificar la agricultura, sino que ambos intereses pueden "coexistir y coordinarse y gestionarse conjuntamente, y siempre contando con la implicación de los habitantes locales".

Para este naturalista, Daimiel es un ejemplo de lo que sucede cuando no hay coordinación de intereses y "el agua se sustrae del acuífero de manera ilegal", un problema que ocurre en "muchísimos humedales de España", ha denunciado.

A sus 86 años, este viejo amante de la naturaleza, de los caballos, de las focas monje y de las aves, en especial de la canastera -su preferida porque es "elegante y misteriosa, porque actúa de forma impredecible y porque es una maravilla verla volar sobre los humedales"- cree que hay que ser optimistas porque cada vez hay más gente involucrada en la conservación de la naturaleza.