Reforzado el dispositivo de seguridad en Jerusalén por temor a incidentes

  • Las fuerzas de seguridad israelíes tomaron hoy las calles de la ciudad vieja de Jerusalén y de los barrios de la zona Este de la urbe, que los palestinos reclaman como su capital, ante la posibilidad de que se produzcan incidentes tras la oración del viernes.

Jerusalén, 24 oct.- Las fuerzas de seguridad israelíes tomaron hoy las calles de la ciudad vieja de Jerusalén y de los barrios de la zona Este de la urbe, que los palestinos reclaman como su capital, ante la posibilidad de que se produzcan incidentes tras la oración del viernes.

Desde primera hora de la mañana, todos los accesos están vetados a los palestinos menores de 50 años, que tampoco pueden acceder a la Explanada de las mezquitas para rezar en el templo de Al Aqsa, tercer lugar mas sagrado del islam.

Por contra, los judíos tienen acceso libre al muro de las lamentaciones, el lugar mas sagrado del judaísmo, por unas intrincadas calles del casco antiguo que tienen patrullas casi en cada esquina, según pudo comprobar Efe.

Los barrios árabes de Jerusaleé Este están tomados por la policía y el Ejercito israelí desde que el miércoles pasado un "lobo solitario" palestino matara a un bebé de tres meses al intentar arrollar a un grupo de pasajeros que esperaban el tranvía en la antigua línea verde, que separa la parte palestina de la ciudad de la israelí.

El ataque y el despliegue policial han incrementado la tensión en la ciudad santa, escenario de disturbios y enfrentamientos entre fuerzas de seguridad israelíes, colonos judíos y grupos de jóvenes radicales palestinos en los barrios árabes desde principios del verano.

El conflicto se ha visto azuzado por los comentarios de políticos de las dos partes, las medidas restrictivas de acceso a la explanada de las Mezquitas para los palestinos y las incursiones de soldados y políticos israelíes en este recinto bajo soberanía jordana, en el que los judíos sitúan el templo destruido por el emperador romano Tito.

También han influido el incremento de las colonias judías en Jerusalén Este, la falta de perspectiva de una solución política tras el fracaso de las negociaciones y el impacto de la guerra de este verano en Gaza.

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