Refugiados sirios exigen al gobierno de Uruguay dejar el país

  • Un grupo de refugiados de la guerra en Siria que arribó el año pasado a Uruguay se mantenía en la noche de este lunes protestando delante de la sede de gobierno, exigiendo dejar el país porque les resulta demasiado caro.

En momentos en que Europa intenta resolver su peor crisis de refugiados en décadas, las familias, todas con hijos menores, se plantaron con sus equipajes en la céntrica Plaza Independencia, frente a la sede del Ejecutivo, y explicaron que quieren irse.

También admitieron que se les hace difícil adaptarse al país y criticaron el programa para refugiados lanzado por José Mujica durante su mandato (2010-2015).

"Tengo 15 hijos, uno solamente trabaja. ¿Cómo podemos vivir así? No tenemos suficiente para comprar alimentos", dijo un hombre que se identificó como Maraa el-Chibli, de 55 años, a la AFP.

"No dejamos la guerra para morir aquí de pobreza", expresó de su lado Maher el-Dis, de 36 años, quejándose de las subas de precio de los alimentos de la canasta básica.

El hombre sostuvo en diálogo con la AFP que el gobierno no cumplió las promesas que les hicieron cuando dejaron Líbano, y negó -contrariando la versión oficial- que las familias se encontraran en campos de refugiados. En particular, sostuvo que él, su esposa y sus hijos, vivían en un apartamento y no un campo de refugiados en suelo libanés.

Desde que arribaron a Uruguay en octubre, estas familias sirias que huyeron de la guerra en su país reciben un subsidio del gobierno cuyo monto depende del número de integrantes del núcleo familiar.

Consultado sobre los reclamos económicos de los refugiados, el secretario de Derechos Humanos de la Presidencia, Javier Miranda, manifestó a la AFP que el dinero que entrega el Estado "está calculado de tal forma que permite efectivamente vivir".

El subsidio se divide en dos partes: un fondo mensual con un tope de 25.000 pesos por familia (unos 900 dólares) para gastos de vestimenta, transporte y enseres que cobran contra presentación de comprobantes durante el primer año de estadía en el país, y un monto fijo de un mínimo de 29.000 pesos (unos 1.000 dólares) que puede ser superior en función del número de integrantes de cada familia, durante dos años. Además tienen servicios de salud y educación gratuita.

Los fondos pueden acumularse a cualquier ingreso por trabajo que perciban.

Uno de los jefes de familia reconoció las dificultades que experimentan para adaptarse a su país de acogida.

"(Queremos) vivir con (nuestra) identidad y con (nuestros) valores", explicó entre lágrimas y a través de un traductor Maraa el-Chibli.

"No estamos acá para que prueben con nosotros" si este programa funciona, dijo el hombre a periodistas apostados en el lugar.

"Ya no quiero más un salario, quiero regresar a mi país, incluso si hay muerte. Ya estoy cansado. Quiero regresar", añadió.

El gobierno ha insistido en que las familias son libres de dejar el país cuando lo deseen.

El prosecretario de la Presidencia, Juan Andrés Roballo, recibió a los refugiados en el edificio sede de gobierno en la tarde de este lunes, informaron fuentes oficiales a la AFP. Según los refugiados, se les indicó que la solución a su petición tomaría al menos dos días.

Las familias, con hijos pequeños, se instalaron con sus equipajes delante de la sede de la Presidencia y señalaron que permanecerán en el lugar hasta que puedan salir de Uruguay. En la noche del lunes, y a pesar de la baja temperatura en Montevideo, seguían en el mismo sitio.

Una de las familias sirias intentó dejar el país recientemente para dirigirse a Serbia, pero resultó retenida durante 23 días en un aeropuerto de Turquía por problemas de visados y fue enviada a su punto de partida.

El gobierno de Tabaré Vázquez, que sucedió a Mujica el primero de marzo, confirmó su decisión de recibir un nuevo contingente de refugiados de la guerra en Siria antes de fin de año.

El plan iniciado el año pasado implica recibir en el país a un total de 117 personas, todas familias con niños.

El primer grupo, que hoy protesta frente a la Presidencia, arribó en octubre de 2014, y fue recibido a su llegada por el entonces presidente Mujica y muchos uruguayos que simpatizaban con una idea que generó una dura polémica en el país.

El segundo contingente estará compuesto por 72 personas de siete familias.

Aún no hay fecha exacta para su llegada, pero se sabe que será en el último trimestre del año.

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