Regresa el primer equipo médico de Haiti tras una de las mayores catástrofes sanitarias

Madrid.- Un grupo de 38 médicos y enfermeras españoles, el primer equipo que se desplazó a Haití tras el terremoto, han regresado hoy tras cooperar en una de las mayores catástrofes sanitarias, durante la que han tratado a más de 1.025 pacientes y han realizado 50 intervenciones.

Son personal del DYA de Navarra, SUMMA y SAMUR madrileño y de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, que han sido recibidos en el aeropuerto de Barajas por la directora de la AECID, Elena Madrazo y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, entre otras personalidades.

La representante de la AECID, que ha fletado el avión con el que han viajado a Madrid, ha agradecido el trabajo realizado por estos sanitarios en la zona y la rapidez con que todas las comunidades autónomas ofrecieron sus servicios para tratar de mitigar el dolor y la catástrofe.

Un agradecimiento que también ha expresado el alcalde madrileño, que ha dicho que "además de salvar muchas vidas han sido la mejor expresión de solidaridad de España. Han escrito una de las mejores páginas de los servicios a los que representan", mientras recordaba que han trabajado con una gran escasez de medios.

Los sanitarios eran esperados en el aeropuerto de Madrid por decenas de familiares y amigos con los que se han fundido en abrazos, mientras les explicaban algunos de los momentos más duros que han vivido en Haití.

Y es que Fernando Prados, Jefe del equipo del SAMUR de Madrid, no ha dudado en asegurar que "ha sido una situación en la que hemos vivido una gran catástrofe sanitaria".

Prados ha detallado que esta es la definición que se da a una circunstancia en la que existe desproporción entre la demanda que genera el terremoto, el número de heridos y la gravedad de los mismos, respecto a los recursos que se tienen.

"Es la primera vez que hemos tenido que descartar heridos por la dificultad que teníamos para tratarlos", ha reconocido con rabia y dolor, mientras también expresaba su orgullo por haber realizado un "muy buen trabajo" en el hospital La Paz, donde han creado una unidad de urgencias y pediatría.

En esta unidad trabajan ahora los sanitarios del segundo reemplazo, que partieron de Madrid el pasado jueves, y Fernando Prados espera que "pronto, ellos mismos puedan hacerse cargo. Cuando llegamos no es que estuviera mal, es que no existía cobertura sanitaria".

Desde el SUMMA, José María Navalpotro, también lamentaba que durante la misión hayan tenido que hacer "triajes", es decir ver la gravedad de los pacientes "para determinar quienes son prioritarios y quienes no y, de esos, quienes pueden salir adelante".

Pero Navalpotro recordaba con alegría el tratamiento de la niña Stephanie, que llegó a su hospital después de ser rescatada tras siete días entre los escombros.

"Es una alegría tratar a alguien que se daba por muerta", resaltaba el médico madrileño, mientras su compañera de Navarra, la enfermera del DYA, Monica Wojsysiaz, reconocía, que a pesar de "las amputaciones que han realizado, también han efectuado muchas cesáreas con las que han venido al mundo niños sanos".