Reino Unido cobrará por urgencias un mínimo de 76 euros a ciudadanos no comunitarios

Los ciudadanos que acudan a urgencias en Reino Unido y no pertenezcan a la Unión Europea tendrán que pasar por caja y abonar un mínimo de 76 euros en el mejor de los casos. El Servicio Sanitario británico se plantea una nueva medida para sanar sus cuentas que según han informado fuentes oficiales son de más de 680 millones solo en consultas de urgencias.

El Ministerio de Sanidad de Reino Unido cobrará a los extranjeros que no pertenezcan al Espacio Económico Europeo (EEE), es decir, turistas de la Unión Europea, Islandia, Liechtenstein y Noruega se salvan de las facturas, por acudir a urgencias en su estancia en el país. Así como también cualquier medida que requiera una atención médica, ambulancias, tratamientos, pruebas más específicas. Los precios dependerán de los servicios médicos que se hayan empleado en el paciente, girarán en torno a los 76 euros, por una simple consulta en urgencias hasta los 3.800 si una mujer se pone de parto en suelo británico y le tienen que poner la epidural.

La medida se espera que sea anunciada por el ministro de Salud, Jeremy Hunt antes de que acabe el año. El gobierno pretende así frenar el determinado ya como turismo de salud. "Los visitantes internacionales serán bienvenidos a la hora de utilizar nuestro sistema sanitario público, siempre y cuando paguen por él, como hacen las familias británicas con sus impuesto", declaró el portavoz del Ministerio de Salud británico a The Times.Controversia médica ante la noticia

La noticia no ha sentado por igual en el servicio sanitario. Los hay para todos los gustos, mientras unos apuestan porque no se trata de la mejor medida, teniendo en cuenta que el deber de un doctor es atender al paciente indiferentemente del poder adquisitivo que este tenga y de la procedencia de la que sea. Hay quien ve la medida como un gran acierto y nada novedoso. Muchos médicos han recibido de manera positiva la noticia y no se han alarmado ya que consideran que en muchos países, como en Estados Unidos, un médico no te toca si no presentas antes la tarjeta sanitaria.

Sea como fuera, el Ministerio de Sanidad ha querido calmar las aguas y ha asegurado que ningún paciente se quedará sin ser tratado, es más, asegura que los niños y los grupos "vulnerables" se quedarán excluidos de la medida. Ahora queda saber qué va a considerar por vulnerables el gobierno británico. Las tarifas todavía están por fijar, pero The Times adelantaba que irán entorno a los 76 euros por una consulta mínima en urgencias, 300 euros si ya hay una llamada a una ambulancia y su consiguiente traslado al hospital, unos 350 si tienen que realizar una resonancia magnética y si una mujer se pone de parto natural con sólo epidural el coste es de 3.800 euros, seguramente más caro que un vuelo de vuelta a su país.Un hecho que no promueve la inmigración

La medida ha quedado enmarcada dentro de las propuestas destinadas a frenar el acceso a la asistencia social para los inmigrantes. El Gobierno británico siempre se ha mostrado claro a la hora de fijar "medidas drásticas" sobre el acceso de inmigrantes en el sistema sanitario.
Del mismo modo, David Cameron, fue tajante en cuanto a la necesidad de restringir el acceso de los inmigrantes a la asistencia sanitaria y al acceso a la vivienda admitiendo en público que "no se puede controlar la inmigración si hay un sistema de seguridad social que no tiene en cuenta la contribución, un sistema que no considera a quienes lo están usando y una política de vivienda que no piensa el tiempo que alguien vivió en un lugar". Unas declaraciones que surgen en medio de la mayor ola de migración en Europa.España ya cobra

Esto no es nada nuevo para nuestro país ya que España ya cobra a los inmigrantes que no proceden de la Unión europea, quienes deben presentar la tarjeta sanitaria de la comunidad, ni proceden de países con convenios como Andorra, Brasil, Chile, Ecuador, Perú y Paraguay. Mientras que asegura la asistencia sanitaria en todos los casos, el coste posterior va desde los 202,39 en el caso de las urgencias, hasta los 1.284,15 siempre y cuando haya que realizar un ingreso en la UVI, según informa El Mundo.

Es una de las medidas en las que coiciden la mayoría de los partidos políticos españoles, que apuestan por una atención mínima asegurada pero por unos costes cuando está atención sea mayor.