Se cumplen 20 años de la muerte de Arthur Ashe: el primer ganador negro de un 'Gran Slam' de tenis

    • Falleció en 1993 tras más de una década de lucha contra el sida, enfermedad que contrajo por una trasfusión de sangre.

    • Ganó el US Open, el Abierto de Australia y Wimbledon, únicamente se le resistió Roland Garros.

'Alguna vez tendremos un presidente afroamericano'. Arthur Robert Ashe Jr., conocido tenísticamente como Arthur Ashe, fue mucho más que un gran campeón de la raqueta. Desde muy pequeño lucho por que los jóvenes de raza negra no sufriesen todas las dificultades y humillaciones que él vivió los primeros años de su vida. Y, de no haber sido por el sida, hoy habría visto cumplida su profecía.

Hace justo 20 años, a las 9.30 horas del 6 de febrero de 1993, el corazón del primer ganador negro de un 'Gran Slam' se paró definitivamente tras casi una década luchando contra el VIH. Ashe se vio obligado a retirarse a los 36 años por un problema cardiaco que le hizo pasar por el quirófano en 1979. Cuatro años después, necesitó someterse a una nueva operación cardiaca.

En aquella ocasión algo salió mal y necesitó una transfusión de sangre de emergencia, que significó una sentencia de muerte a largo plazo. La falta de controles hizo que los médicos no se percatasen que la sangre tenía anticuerpos del sida. Ashe acepto la enfermedad igual con la misma entereza que los múltiples trofeos que ganó a lo largo de su vida.

Célebre es la grase con la que contestó a la carta de un aficionado, que le escribía compungido tras enterarse de que su gran ídolo padecía la enfermedad más temida de los 80 y los 90: 'En el mundo 50 millones de niños comienzan a jugar al tenis, 5 millones aprenden a jugarlo, 500.000 llegan a profesionales, 50.000 entran al circuito, 5.000 juegan un 'Grand Slam', 50 llegan a Wimbledon, 4 a las semifinales, 2 a la final. Cuando estaba levantando la copa nunca le pregunté a Dios: ¿Por qué a mí?'.

Una vida de lucha

Para Ashe su enfermedad nunca fue una escusa. En alguna ocasión llegó a decir que 'sobrellevar el VIH palidecía ante el dolor que causa crecer siendo negro en Estados Unidos'. Y es que el primer tenista profesional afroamericano nuca lo tuvo fácil. A los cinco años perdió a su madre, con siete comenzó a jugar al tenis enfrentándose a las reticencias de la conservadora sociedad estadounidense de los años 50.

En un país segregado racialmente no estaba demasiado bien visto que un negro jugase al tenis. Sin embargo, Ashe optó por luchar por su sueño y consiguió llamar la atención de Robert Walter Johnson, un entrenador que pulió su juego y lo llevó a la excelencia. Además, le consiguió una beca deportiva en la Universidad California Los Ángeles (UCLA).

Después de una larga y exitosa carrera amateur en la que incluso ganó el Abierto de Estados Unidos, Ashe se convirtió en profesional en 1969, a los 26 años. Aunque era algo tarde, los éxitos no tardaron en llegar. Un año después se llevó la victoria en Australia y ganó el título de dobles en Roland Garros, formando pareja con Marty Riessen. En 1975 se impuso en una histórica final de Wimbledon a Jimmy Connors.

La carrera del primer gran campeón afroamericano alcanzó su punto más álgido el 10 de mayo de 1976, cuando escaló hasta el segundo puesto en el ranking del circuito profesional. A partir de ese momento, inició un declive deportivo que terminó con su retirada en 1979.

Un referente

Siempre ligado al tenis, Ashe fue capitán no-jugador del equipo estadounidense de Copa Davis entre 1981 y 1985. Además, participó en varias campañas a favor de la fundación estadounidense del corazón y de divulgación sobre la prevención del sida.

También lucho contra el racismo y la exclusión en Sudáfrica durante los años más duros del 'apartheid' después de convertirse en el primer atleta negro profesional en competir en aquel país. Y es que según manifestó en una ocasión: 'No quiero ser recordado por mis logros tenísticos, eso no es ninguna contribución para la sociedad'. El mundo del tenis no olvidó su contribución y desde 1997 los campeones del US Open levantan el trofeo en la pista Arthur Ashe.

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