Si Grace Kelly levantara la cabeza...

  • Alberto de Mónaco se casa Charlene Wittstock, 20 años menor que él. Deportista, discreta y sin afán de protagonismo, después de casi 10 años de novia eterna, se convertirá en la Primera Dama del Principado. Todo apunta que la 'gran obra teatral' de los Grimaldi está tomando un cariz más pausado y maduro.  
Ylenia Álvarez

Bodas, divorcios y relaciones varias con playboys, con domadores, con guardaespaldas y hasta con aristócratas desairados. Hijos de aventuras, peleas, trágicas muertes y dolor porque ella (Grace Kelly) se fue para no volver. La vida de la Familia Grimaldi ha dado mucho de sí desde que Rainiero de Mónaco se fijara en una grande de Hollywood. Ahora se casa la nueva cabeza de familia Alberto de Mónaco y con el acto se espera el fin de la novela de aventuras.

Grace Kelly murió en 1982. Su nombre contribuyó a que Mónaco obtuviera el esplendor soñado y su traumática muerte a que su figura quedara para siempre sostenida en el corrillo de los grandes mitos. En su caso, dos en uno: en el de las grandes estrellas del cine, y en el de la realeza.

Su adiós fue rocambolesco y extraño. El 14 de septiembre de 1982 moría en un hospital tras un accidente automovilístico en el que viajaba con su hija menor Estefanía. La misma Grace conducía el coche que cayó por un barranco de unos cuarenta metros de profundidad, dio varias vueltas de campana y quedó tendido sobre el techo. Ironías de la vida o no todo ocurrió justo en la misma carretera en la que había rodado con Cary Grant la película Atrapa a un ladrón. Hoy todavía se rumorea si era en realidad Estefanía la que conducía el coche, aunque nunca se ha probado nada.

Pese a su adiós, las historias de novela rosa que ella misma había comenzado con su boda con Rainiero siguieron su camino en el Principado. Algunas duras de pelar, otras divertidas, singulares, peculiares, más que comentables, dolorosas, extrañas, increíbles… pero sobre todo, fascinantes para aquellos que rinden culto al mundo rosa.

La intensa vida de Carolina de Mónaco

La vida de sus tres hijos: Carolina, Alberto y Estefanía ha dado mucho de sí. Grace Kelly vio como una jovencísima Carolina se casaba y se divorciaba a los dos años del multimillonario playboyPhillip Junot y cómo su hija Estefanía ya apuntaba maneras para declarase la 'princesa rebelde'. Alberto, a priori, no auguraba muchos dolores de cabeza, pero más tarde llegarían y se los comería solo el triste y cabizbajo (nunca fue el mismo tras la muerte de Grace) Príncipe Rainiero.

Todo parecía sonreírle a Carolina desde su boda en 1983 con el multimillonario Stefano Casiraghi, con el que tuvo tres hijos: Andrea, Carlota y Pierre. Sin embargo, la tragedia volvería a su vida y en 1990 Casiraghi moriría víctima de un accidente cuando su embarcación chocó contra una ola mientras pretendía revalidar su título de campeón del mundo de off-shore.

Después de diferentes relaciones Carolina empezó a salir con Ernesto de Hannover con el que tampoco todo fue un bálsamo de aceite: estaba casado con Chantal Hochuli, de la que tuvo que divorciarse para casarse con la Grimaldi, embarazadísima ya de la Princesa Alexandra, su cuarta hija.

Desde entonces han sido sonados los conflictos de Ernesto con la prensa, sus fiestas nocturnas y su mal carácter, pero a pesar de todo, el amor parece seguir en el aire y la pareja lleva ya 12 años de matrimonio.

Del pop a Ducret

Grace Kelly se perdió también ver a Estefanía como cantante de pop. Su canción Ouragan (Huracán), en inglés Irresistible, vendió más de cinco millones de copias y rápidamente alcanzó el Top 10 internacional. Su álbum Besoin (Stephanie en algunos países) fue un hit en toda Europa. Eso sí, paseo por Los Ángeles incluido, su carrera musical no duraría mucho.

Se la perdería también embarazada y casada con su guardaespaldas, Daniel Ducret, con el que tendría dos hijos. Lástima que después de tantos comentarios de la prensa rosa el amor no fuera para siempre: el matrimonio se rompería sólo dos años después del nacimiento de su última hija tras una escandalosa infidelidad por parte de él que 'daría la vuelta al mundo' de televisión en televisión.

Pero, como suele decirse, ‘para un roto siempre hay un descosido’ y llegaría un segundo guardaespaldas con el que tendría su tercer hijo. También un domador de elefantes y un acróbata portugués que llegaría a ser su marido y del que se separaría un año después.

Alberto y las dudas sobre su orientación sexual

Alberto parecía harina de otro costal. Deportista y no tan dotado físicamente como sus hermanas, parecía que traería menos complicaciones. Sin embargo, pronto llegaron los rumores de una supuesta homosexualidad que le han acompañado hasta que se le vio por primera vez con a Charlene Wittstock, su futura esposa.

Eso sí, años antes la prensa internacional se quedó de piedra cuando el Príncipe tuvo que reconocer dos hijos fruto de relaciones pasajeras que, aunque reciben prestaciones del Principado, no pueden optar al trono ni están en el círculo social de Alberto. El niño se llama Alexandre Eric Sthepan y lo tuvo con una azafata togolesa de 33 años y la niña es Jazmin Grace Grimaldi, que tuvo con una camarera estadounidense. 

Charlene Wittstock es 20 años menor que él. Deportista, discreta y sin afán de protagonismo, después de casi 10 años de novia eterna, se convertirá por fin en su mujer y también en la Primera Dama del Principado. Todo apunta que la 'gran obra teatral' de los Grimaldi está tomando un cariz más pausado y maduro. Carolina parece tranquila y estable, y Estefanía (que aunque no se habla mucho con la primera) está apoyando en todo lo que puede a la feliz pareja. Eso sí, quien sabe si nuevas generaciones vendrán. Ay!... Si Grace Kelly levantara la cabeza...

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