Siete policías heridos en disturbios en Belfast por las marchas orangistas

  • Siete policías resultaron heridos anoche en unos disturbios en el oeste de Belfast con motivo de las tradicionales marchas orangistas en Irlanda del Norte, informó hoy la Policía norirlandesa (PSNI, siglas en inglés).

Londres, 12 jul.- Siete policías resultaron heridos anoche en unos disturbios en el oeste de Belfast con motivo de las tradicionales marchas orangistas en Irlanda del Norte, informó hoy la Policía norirlandesa (PSNI, siglas en inglés).

Varios jóvenes nacionalistas arrojaron piedras y bombas de gasolina contra las fuerzas del orden, que respondieron con balas de plástico en las áreas de Broadway y Oldpark (oeste de la ciudad).

La PSNI precisó que se investigan las denuncias de que hubo tiros en la ciudad.

Horas antes, un autobús había sido secuestrado en Falls Road y su conductor y los pasajeros obligados a abandonar el vehículo, que fue conducido por unos desconocidos hasta un cordón policial.

Las fuerzas del orden recurrieron a los tanques de agua para dispersar a un grupo de personas, entre 100 y 200, que lanzaron piedras contra la Policía.

Como cada año, se espera que miles de miembros de la Orden de Orange se echen a las calles hoy para conmemorar la victoria del rey protestante Guillermo III de Orange sobre el católico Jaime II en la batalla del Boyne en 1690, desfiles que, a menudo, atraviesan zonas nacionalistas.

Entre las más controvertidas destaca la marcha que transcurre por el norte de Belfast y que, a su paso por el barrio católico de Ardoyne, concentrará al mayor número de efectivos policiales, después de que el pasado año los enfrentamientos en esta zona de la capital dejaran un balance de 48 agentes de la PSNI heridos.

El pasado fin de semana, cinco policías resultaron heridos en zonas protestantes del este del condado de Antrim, en el norte de la región, después de que decenas de jóvenes incendiasen varios coches y llegasen incluso a estrellar un autobús contra un vehículo blindado de la PSNI.

Según fuentes policiales, esos disturbios comenzaron después de que las autoridades ordenasen retirar una bandera unionista izada en un lugar próximo a una iglesia católica en la localidad de Ballyclare.

En los últimos años, la mayoría de los desfiles han transcurrido pacíficamente, incluso cuando han pasado por barrios católicos.

Ahora, las rutas que siguen los "orangemen" son pactadas por representantes de ambas comunidades con la Comisión de Desfiles, lo que propicia que el paso de los hombres del traje negro, bastón en mano, bombín a juego y orla naranja al cuello sea vista como una concesión y no como una imposición.

Aún así, un amplio sector nacionalista todavía considera que estas marchas celebran la supremacía de la comunidad protestante-unionista sobre la católica-nacionalista, origen de los más de cuatro siglos de conflicto en Irlanda del Norte.

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