Sindicatos destacan la falta de financiación y piden diálogo

Madrid, 21 sep.- Los sindicatos de enseñanza han coincidido en señalar que el anteproyecto de mejora educativa anunciada hoy por el Gobierno carece de financiación, modifica las condiciones del profesorado y la organización de centros y piden diálogo para poner en marcha la reforma.

Para ANPE los cambios sustanciales que propone el Gobierno deberían estar precedidos de un acuerdo de mínimos que implique a la comunidad educativa, agentes sociales y administración, así como de una memoria económica con financiación suficiente para garantizar la viabilidad de los objetivos de calidad que se propone.

Añade que "se oponen claramente" en su redacción actual al Anteproyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), en lo que modifica sustancialmente las condiciones laborales y de movilidad de los profesores y exigen "un proceso de negociación profundo".

El sindicato ANPE emplaza al Ministerio a abrir un proceso de diálogo con los representantes del profesorado y con la comunidad educativa que garantice el mayor consenso posible.

Para el presidente de la Federación de Enseñanza de CSIF, Adrian Vivas, el anteproyecto de plantea aspectos positivos en cuanto contenidos comunes y pruebas nacionales externas, pero otros son muy cuestionables como los relacionados con el profesorado.

CSIF considera que es "muy polémico" el tema de las direcciones de los centros, así como las reagrupaciones y los traslados de profesores, por las implicaciones que pueden tener en el sistema y en las condiciones laborales de los trabajadores.

Para Vivas la dirección de los centros como se plantea en el anteproyecto es "muy peligroso", al otorgar al director la selección del profesorado al margen del procedimiento actual que ha defendido como "transparente y objetivo".

El secretario general de CCOO, José Campos, ha coincidido en que el anteproyecto lesiona derechos del profesorado y propone un modelo de autonomía de centros que rompe con la cultura de colaboración necesaria para el éxito de la labor educativa.

Campos ha dicho que la dirección debe ser colegiada y discrepa de las excesivas las atribuciones que se le otorgan en el anteproyecto al margen de claustro y el consejo escolar y ha calificado el anteproyecto de "contrarreforma ideológica" que promueve un modelo clasista y ataca la igualdad de oportunidades.

También STES-i considera que el documento contempla "una contrarreforma en toda regla del actual sistema educativo", con una serie de cambios que suponen una vuelta al pasado y un intento de consolidar en el sistema educativo los recortes que se han efectuado en este curso y en el anterior.

Añade STES-i que "bajo el paraguas de la autonomía de los centros" pretenden que éstos puedan aplicar medidas que les permitan seleccionar al alumnado, impidiendo la matrícula en determinados centros del alumnado con problemas o con menos recursos económicos.

Para UGT la propuesta plasma el cambio de modelo social por el que apuesta el partido del Gobierno: reducir lo público en favor de lo privado, incrementando así las desigualdades sociales

Considera perjudicial las evaluaciones externas al final de cada etapa y "supondrá que muchos alumnos no sigan estudiando y aumente el abandono escolar temprano".

FEUSO considera que es necesario abrir un debate riguroso en la comunidad educativa con un único objetivo:"aceptar que si algo no funciona bien en el sistema, simplemente, hay que cambiarlo".

Para el sindicato es positivo que el anteproyecto "modifique la actual promoción automática" y señala que plantea algunos cambios sobre la actual LOE con "una orientación correcta".