Sólo uno de cada tres pacientes con VIH muere a consecuencia del sida

  • Los nuevos tratamientos antirretrovirales han contribuido a aumentar notablemente la esperanza de vida, de tal forma que la mortalidad en pacientes infectados con el VIH en España ha descendido hasta situarse en el 1,5 por ciento y, de ellos, únicamente un tercio muere a consecuencia del sida.

Madrid, 2 abr.- Los nuevos tratamientos antirretrovirales han contribuido a aumentar notablemente la esperanza de vida, de tal forma que la mortalidad en pacientes infectados con el VIH en España ha descendido hasta situarse en el 1,5 por ciento y, de ellos, únicamente un tercio muere a consecuencia del sida.

Así lo ha explicado hoy Santiago Moreno, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, en una rueda de prensa en la que, junto a otros expertos, ha informado de los nuevos retos y avances en el abordaje del VIH.

La mayoría de las muertes por sida son de personas que no saben que están infectadas y que cuando llegan al hospital tienen ya la enfermedad muy avanzada.

El resto de la mortalidad en pacientes infectados se produce a consecuencia de cáncer, accidentes cardiovasculares y patologías hepáticas, ha señalado el doctor Moreno.

El VIH se ha convertido en una enfermedad crónica y las expectativas de las personas infectadas pueden ser similares a las de aquellos que no tienen el virus, debido principalmente a la aparición de nuevos fármacos muy seguros y eficaces, ha señalado el doctor Juan Berenguer, consultor de la Unidad de Enfermedades Infecciosas/VIh del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

Aunque se ha logrado evitar que el virus cause inmunodeficiencia, el VIH puede producir trastornos en la inmunidad y cambios inflamatorios que producen cormobilidades (patologías que aparecen junto al VIH), como enfermedades cardiovasculares, osteoporosis o diabetes, entre otras.

De hecho, más de la mitad de los pacientes con VIH mayores de 50 años tiene una o más de estas enfermedades.

Además, se ha avanzado mucho en el conocimiento de la transmisión. "Hoy en día, una persona que tiene carga viral indetectable no trasmite el VIH", ha explicado el doctor Berenguer.

Ello lleva a que el paradigma de tratamiento haya cambiado y a que los médicos hayan pasado de "trabajar pensando en el fracaso a trabajar pensando en el éxito y los hechos cantan por sí mismos", ha dicho.

El 95 por ciento de los pacientes infectados que toman tratamiento tienen la carga viral del VIH indetectable.

El doctor Berenguer ha señalado que actualmente el tratamiento no solo tiene como objetivo lograr que el paciente no tenga inmunodeficiencia, sino que tengan las mismas expectativas vitales que los no infectados.

"Se ha acabado el sida", ha asegurado el doctor Moreno, quien ha explicado que en estos momentos la preocupación por las consecuencias derivadas de la inmunodeficiencia ha desaparecido y "gracias a los retrovirales los pacientes se encuentran en buen estado de salud, cumplen años y se hacen viejitos".

Y así, surgen "otros problemas", como que estas personas desarrollan enfermedades relacionadas con la edad.

Además, según el doctor Moreno, los hábitos de vida de las personas infectadas (por ejemplo, el tabaquismo) suponen factores de riesgo para determinadas enfermedades.

A ello hay que añadir que el tratamiento retroviral controla el virus y evita que bajen las defensas, pero el cuerpo se mantiene en un estado inflamatorio, "el responsable en última instancia de esas comorbilidades en pacientes infectados".

El VIH produce un envejecimiento precoz del sistema inmunológico, de tal forma que gente más joven padece enfermedades de las personas mayores.

"Se estima que una persona seropositiva de 50-55 años equivale a una de 65-70 años no infectada", ha señalado el doctor Moreno.

Todos los tipos de cáncer -salvo próstata y mama-, la hepatitis, los infartos, los daños en el riñón y en los huesos, y los trastornos del sistema nervioso central son más frecuentes en los pacientes con VIH.

De esta forma, los esfuerzos de los médicos ahora se centran en diagnosticar precozmente esas patologías y en que su tratamiento sea compatible con los retrovirales.

Hace años, la medicación frente al VIH era tóxica para algunos órganos y, además, tenía interacciones con otros fármacos, por ejemplo con determinadas quimioterapias o con los destinados a la hepatitis o el colesterol.

Afortunadamente, según ha señalado el doctor Moreno, "llegaron en en nuestro auxilio los nuevos medicamentos", como los de la familia de la integrasa (raltegravir), que aportan ausencia de toxicidad y de interacciones significativas frente a los inhibidores de la proteasa (atazanavir o darunavir), ampliamente utilizados en la práctica clínica frente al VIH.

A este respecto, el doctor Bonaventura Clotet, jefe de Unidad de VIH del Hospital Germans Trías i Pujol de Badalona (Barcelona), ha explicado que el estudio ACTG 5257, realizado en Estados Unidos, ha demostrado que raltregavir tiene la misma eficacia virológica que atazanavir o darunavir, mientras que en la combinación de eficacia y torelabilidad el primero fue superior.

Según el doctor Moreno, los inhibidores de la integrasa "van a ser los fármacos del futuro para todos los pacientes". EFE

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