Se trata de la primera vez que un alto responsable israelí reconoce claramente la detención de sospechosos por el incendio, atribuido a extremistas judíos.
Un bebé palestino de 18 meses murió quemado vivo cuando el pasado 31 de julio hombres enmascarados lanzaron artefactos incendiados por las ventanas abiertas de la casa de su familia, en Duma (Cisjordania).
Su padre murió ocho días más tarde y su madre el pasado lunes, en medio de una polémica porque las autoridades todavía no habían identificado a los autores más de un mes después de los hechos.
"Los responsables del ataque de Duma eran conocidos por los servicios de seguridad israelíes y algunos están en la cárcel", dijo el ministro Yaalon a periodistas israelíes.
"Por el momento no los hemos inculpado para no revelar nuestras fuentes pero continuamos con nuestros esfuerzos para llevarlos ante la justicia", añadió.
El incendio criminal que costó la vida a un bebé suscitó miedo y cólera en Cisjordania, donde la cohabitación entre colonos y palestinos sigue siendo muy tensa, y fue denunciada en el extranjero y por los que acusan al gobierno de no actuar contra los extremistas.
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