Madrid.- El Club Internacional de Prensa (CIP) de España concedió hoy 'ex aequo' su Premio a la Defensa de los Valores Humanos a Stieg Larsson, fallecido autor de la trilogía "Millenium", y a la reportera sudanesa Lubna Hussein, arrestada por la "indecencia" de llevar pantalones en una fiesta.
El CIP, que cada año concede sus Premios Internacionales de Periodismo, otorgó esta vez el reconocimiento a los periodistas Mikel Ayesterán, del diario de Madrid "ABC"; Françocis Museau, del diario francés "Liberation", y a Tomás Alcoverro, del diario de Barcelona "La Vanguardia".
También reconoció a la Fundéu BBVA, patrocinada por la Agencia Efe y el BBVA, por su labor como "Academia de periodistas" en el idioma español.
El Club Internacional de Prensa reconoce la aportación única de la Fundéu al mundo del periodismo, contribuyendo a que quienes ejercen su labor en la lengua castellana hagan un uso correcto de su principal herramienta de trabajo: el lenguaje.
Ayesterán ha sido designado como Mejor Corresponsal o Enviado Especial español en el exterior por su dedicación y trabajo profesional en zonas de conflicto, con riesgo para su propia integridad física.
Como Mejor Corresponsal Extranjero en España, el CIP ha elegido a Museau por su "amplia y experta mirada sobre la realidad española" que difunde desde hace diez años.
Tomás Alcoverro ha sido premiado en la categoría de Trayectoria Profesional Relevante a lo largo de toda una carrera periodística.
Este galardón reconoce toda una vida dedicada a informar con acierto, buen criterio y de manera ponderada sobre conflictos y choques armados, especialmente en la zona de Oriente Próximo.
Alcoverro es uno de los expertos de mayor prestigio internacional en la información sobre los enfrentamientos entre árabes e israelíes y reside desde hace años en Beirut.
El CIP recordó a Larsson por su defensa a ultranza de los derechos de las mujeres, por su lucha en contra de la violencia de género, por la denuncia en sus libros y en su trabajo como periodista de la corrupción en el aparato del poder del Estado.
El jurado recordó también que la reportera sudanesa Lubna Hussein, condenada a un mes de cárcel y a 40 latigazos, según la ley islámica, no fue castigada por la presión internacional que logró su excarcelación antes de cumplir toda la pena de prisión.
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