Sue Parkinson, la madre adoptiva de los cerdos abandonados por Navidad en EEUU

    • Estos cerditos son biológicamente iguales a los cerdos de granja, y por lo tanto se consideran animales agrícolas, con una esperanza de vida de al menos 15 años.
    • Un refugio para estos cerdos abandonados denuncia su venta como juguetes por capricho, lo que conlleva al maltrato de muchos de ellos.

En Solvang, California, hay una mujer que lleva cerca de 25 años dando amor a cerdos abandonados por sus dueños, porque dejaron de ser pequeños y adorables, para convertirse en lo que naturaleza dictó que fueran.

Su nombre es Sue Parkinson, y se ha convertido en una celebridad en Estados Unidos después de que su historia de salvamento de cerdos haya recorrido todas las televisiones. Ella reconoce que, en los 80, la primera vez que vio un cerdo bebé de los llamados Potbelly tuvo claro que tenía que tener uno.

Parkinson, de 60 años, se hizo con uno y se enamoró de su cerdo bebé. "Lo llevé todas partes", declara a la ABC News. Claro que su amor por los cerditos le llevó mucho más lejos, hasta la fundación en 1992 de Lil’ Orphan Hammies, un santuario para los Potbelly Pigs no deseados, que habían sido maltratados o abandonados.

Con el tiempo, su pequeño refugio se ha convertido en un santuario de más de dos hectáreas en Solvang, California. En este momento, hay 70 cerdos y cada cerdo está disponible para su adopción a excepción de los que son patrocinados.

Su misión en estos días es mostrar a la gente cómo estos cerditos tacita de té y mini cerditos no mantienen ese tamaño por mucho tiempo. De acuerdo con el Servicio de Inspección de salud animal y vegetal de EEUU, estos cerditos son biológicamente iguales a los cerdos de granja, y por lo tanto se consideran animales agrícolas. Son biológicamente los mismos que los que se encuentran en las granjas.

Así que se trata de criaturas que van a vivir al menos 15 años, y no tiene lógica que se los venda como juguetes de usar y tirar, una denuncia que hace patente la Señora Parkinson en su refugio.

Mostrar comentarios