Todas las claves del virus del ébola

El Ébola es un virus que en el año 1976 fue descrito por primera vez por el Dr David Finkes. Su descubrimiento se produjo después de que se produjeran dos brotes en Africa del virus. El segundo de estos brotes se produjo en una pequeña aldea muy cercana al río Ébola.

El virus del Ébola es uno de los virus más mortíferos de los que actualmente existen. El mecanismo por el que produce la muerte de la personas es alterando el sistema de la coagulación, haciendo que este no funcione, y por lo tanto la persona infectada no puede coagular y muere por shock hemorrágico.

El virus del Ébola, una vez que infecta al organismo, tiene una gran carencia por dañar unas células que recubren los vasos sanguíneos en su interior, y que son las que están en contacto directo con las células de la sangre, llamadas células endoteliales.

El endotelio vascular se considera hoy en día un verdadero órgano. Si nos remontáramos a no hace muchos años, se consideraba que el endotelio, y por lo tanto las células que lo componen que son las células endoteliales, eran simplemente una barrera física que impedía que la sangre atravesara los vasos sanguíneos y de esta forma pudiera circular dentro de ellos. Sin embargo, alrededor de los años 80 se describió que el endotelio era una célula que intervenía de forma muy importante en la regulación de muchísimos procesos que intervienen en el desarrollo de diferentes enfermedades, incluidas las enfermedades cardiovasculares o el crecimiento de tumores, pero también enfermedades infecciosas. En muchos de los procesos en los que el endotelio se ha involucrado en relación a todas esas enfermedades están basados en el conocimiento que actualmente se tiene de que el endotelio es capaz de liberar un gas que se llama óxido nítrico, y este gas, el óxido nítrico es capaz de impedir cosas tales como que se formen trombos o que aumente la tensión arterial.

Sin embargo, el óxido nítrico tan importante en mantener o que se llama la homeostasis de la pared vascular, es decir, en términos coloquiales de mantener la normalidad en los vasos sanguíneos, puede cuando se genera y libera de forma elevada participar en respuestas inflamatorias, facilitar que se generen nuevos vasos sanguíneos, lo que es evidentemente muy perjudicial en el caso de los tumores ya que permite que a través de estos nuevos vasos lleguen nutrientes y oxígeno al tumor lo que hace que las células tumorales puedan dividirse de forma exacerbada y el tumor así crece rápidamente o incluso impedir que se coagule la sangre cuando a veces es necesario que esto ocurra.

Claro se preguntarán que es muy interesante todo esto del endotelio y del óxido nítrico pero que tiene que ver con el virus del Ébola. Pues simplemente que el virus del Ébola lo que hace es pegarse a las células endoteliales y hace que estas no puedan modular el sistema de la coagulación. De tal forma que la sangre no puede inducir la coagulación, las plaquetas que forman los trombos tampoco pueden formarlos y se producen hemorragias que pueden llevar a un desenlace fatal como es la muerte de la persona infectada.

Hay algunos datos en la literatura científica que apuntan a que el virus del Ébola induce una superproducción de óxido nítrico por el endotelio de tal forma que reduce la capacidad de regulación del endotelio sobre el sistema de la coagulación y sobre la activación de las plaquetas facilitando la producción de hemorragias. No obstante, si el virus realmente actúa a través de modificar la formación y liberación de óxido nítrico por el endotelio es algo que se está investigando intensamente pero que realmente todavía no se conoce bien.

Lo que si parece claro es que cuando el sistema inmune humano se entera que el virus ha infectado el organismo muchas veces es tarde y no responde adecuadamente. Otros expertos dicen que el virus impide que el sistema inmune libere un antiviral endógeno que poseemos en el organismo y que se llama interferón-gamma. Actualmente, y son palabras de la Organización Mundial de la Salud, no existe un tratamiento específico contra el virus del Ébola. Por lo tanto, lo que también es evidente es que si los científicos tienen que averiguar las formas de actuar del virus del Ébola dentro del organismo si se quiere poder actuar contra él.

Dicen los expertos que estamos viviendo el peor brote de infección por Ébola de la historia de la humanidad. Parece ser que hasta el momento los países más afectados son Liberia, Sierra Leona y Nigeria. La tasa de mortalidad de este brote es alta y se considera que actualmente está por encima del 50% de las personas infectadas. Según las últimas estadísticas supera las 2.600 muertes por infección por virus de Ébola en el brote que ahora se está padeciendo en África.

La transmisión del virus es una de las acciones que se intentan controlar para frenar el brote. La formas conocidas de transmisión mediante el contacto directo con la sangre de una persona infectada, contacto directo con líquidos corporales como puede ser la saliva o el semen o contacto con la piel de las personas infectadas o incluso con los cadáveres de las personas fallecidas por el virus.

Otro tema importante son los síntomas que parecen acompañar a las personas infectadas. Entre otros los más frecuentes son: fiebre altas sin causa aparente, dolores musculares y de cabeza, diarreas, vómitos erupciones cutáneas, alteraciones de la función de los riñones y del hígado y finalmente hemorragias importantes. El problema de muchos de estos síntomas es que son muy parecidos, y pueden llevar a la confusión, con síntomas que se producen con otras infecciones como la malaria, fiebres tifoideas, disentería u otras infecciones bacterianas enfermedades todas ellas típicas de las regiones donde el Ébola hasta la fecha viene actuando.

Dice la historia qque fueron los gorilas y chimpancés las especie animales que originaron la infección del Ébola a la especie humana. Sin embargo, ahora varios expertos sostienen que unos murciélagos son los huéspedes reales del virus.