Tráfico. La dgt pone en funcionamiento el radar 'pegasus' para controlar la velocidad desde uno de sus helicópteros


Con el objetivo de reducir los accidentes de tráfico debido a la velocidad excesiva a la que circulan algunos vehículos por las carreteras españolas, la Dirección General de Tráfico (DGT) pone en funcionamiento a partir de este jueves un nuevo sistema para medir la velocidad a la que van los coches, tomada desde el aire.

Tal y como explicó en rueda de prensa la directora general de Tráfico, María Seguí, para ello se ha dotado a uno de los helicópteros de la DGT de un radar, el 'Pegasus', mecanismo y software incluido en la cámara de vigilancia que es capaz de controlar la velocidad de los vehículos y detectar infracciones desde el aire.
Dicho radar ha sido verificado y homologado por el Centro Español de Metrología, organismo dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
En palabras de Seguí, este sistema se utilizará principalmente para controlar la velocidad de los vehículos que circulan por las vías convencionales, las que no tienen separación física entre los carriles de ambos sentidos, y en las que suele ser más difícil establecer controles con vehículos equipados con radar para denunciar a aquellos conductores infractores que no respeten la velocidad fijada en la carretera por la que transitan.
Para captar la velocidad, el helicóptero debe mantener una visión directa con el vehículo que se pretende controlar. El sistema puede detectar con extremada precisión velocidades de hasta 360 km/h.
Según la responsable de la dGT, este instrumento, pionero y no utilizado antes en otros países, resulta operativo incluso desde una altura de vuelo del helicóptero de 1.000 pies, más de 300 metros, y hasta una distancia, en línea recta con el vehículo controlado, de un kilómetro.
El radar consta de dos cámaras, una panorámica que facilita el seguimiento y captación de la velocidad, y otra de detalle, dotada con un teleobjetivo, que permite leer la matrícula del vehículo.
Seguí indicó también que el sistema ha costado entre 150.000 y 170.000 euros y subrayó que los actuales sistemas de detección de radares de que disponen algunos vehículos son incapaces de percibir este nuevo sistema.

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