Tyler J. Doohan, el niño travieso de familia humilde que se convirtió en héroe al intentar salvar a su tío

Murió con tan solo ocho años y salvando a su tío, en silla de ruedas. Tyler J. Doohan se ha convertido en todo un héroe.

El niño vivía en una caravana junto a su familia en Penfield, un suburbio de Rochester, en el estado de Nueva York. Los hechos ocurrieron el pasado lunes, hacia las 04.45 de la madrugada, cuando el calor de las llamas despertó a Tyler, que acudió rápidamente al resto de estancias para avisar a su familia del fuego y no dudó en socorrerlos.

Tuvo suerte al ayudar a su abuela y primos, dos de ellos menores de edad (4 y 6 años), que lograron escapar, pero murió intentando salvar del fuego a su tío Steven D. Smith, de 54 años, que usaba silla de ruedas porque le faltaba la parte de una pierna. Tampoco se salvó su abuelo, Louis J. Beach, de 57 años.

Los bomberos encontraron los cuerpos el lunes por la mañana en el cuarto de atrás del pequeño remolque. El de Tyler se encontraba a pocos metros de distancia de la cama de su tío. Los investigadores creen que el niño estaba tratando de salvarlo. Pero no pudo conseguirlo.

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El lunes, 20 de enero, era festivo en EEUU porque se conmemora el nacimiento de Martin Luther King Jr. Tyler, aprovechando el puente, le preguntó a su madre si podía quedarse a dormir en el remolque de su abuelo, y ella dio su consentimiento.

Los vecinos de la zona describen a Tyler como un chico enérgico, a veces incluso travieso, al que le gustaba jugar a la pelota. 'Siempre estaba jugando en la calle', explica Tara DiMartino, una amiga de la familia. 'Venía aquí muy de vez en cuando; sobre todo en verano, cuando se organizan barbacoas y comidas al aire libre'.

El jefe de bomberos de Penfield, Chris Ebmeye, asegura que si no hubiera sido por las acciones de Tyler el número de muertos hubiera sido mucho mayor. 'Salvó a seis personas. Es un héroe', afirma.Faltaba mucho al colegio

Actualmente, cursaba cuarto grado en el Distrito Escolar Central de East Rochester, donde el mismo lunes le homenajearon.

Sin embargo, la educación de Tyler tenía un carácter muy intermitente: faltaba al colegio durante grandes periodos de tiempo.Una caravana inhabitable y llena de gente

En el remolque de Louis Beach, el abuelo de Tyler, vivía 'demasiada gente', incluidos los nietos y bisnietos del dueño. A veces llegaban a ser diez o más personas las que habitaban el tráiler.

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¿El motivo? La personalidad del dueño. Beach no podía soportar que su familia no tuviera un sitio donde dormir, por lo que aceptaba que sus parientes vivieran 'temporalmente' en su caravana. DiMartino, vecina de Beach, explica que la nieta del dueño, Connie, vivía en el remolque junto a su novio y sus tres hijos. 'Vivían ahí mientras buscaban otro lugar', indica la vecina.

Barbara Coffin, otra vecina, que conocía a Beach desde hace más de seis años, describe al dueño como un 'buen hombre que ayuadba a la gente a limpiar la nieve a pesar de sus problemas de corazón, espalda y caderas'. 'Era un tipo muy agradable pero alojaba a demasiadas personas en su casa'.

De hecho, en la caravana también había mascotas: gatos, perros y hámsters, que han aparecido carbonizados tras el incendio.

Además, según cuentan los vecinos, el trailer había sido considerado como no habitable, y por eso Beach tuvo que reemplazar el techo y las ventanas de la caravana.Puedes ayudar a la familia

La familia Beach ha habilitado una web en la que cualquier ciudadano puede hacer un donativo. Por ahora, han alcanzado 6.000 dólares, y la cifra va en aumento.