Desaparición de riesgo. Así es como investiga la Guardia Civil la desaparición de las pequeñas Ana y Olivia después de que su padre Antonio Gimeno, también desaparecido, pasara el día con ellas y no las entregara a su madre, de la que está separado. Ahí empezó una búsqueda que ha llevado a los agentes al Puerto Deportivo Marina Tenerife donde se perdió la pista al padre, que según desvelaba la madre le llamó para decirle que no las volvería a ver. Este jueves, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Güímar ha incoado diligencias previas en relación a este caso, por la presunta comisión de un delito de secuestro. La barca donde se le ve zarpar con bolsas pero sin las pequeñas apareció a la deriva horas después vacía. Cerca, una sillita de bebé que aún falta por determinar si es de las pequeñas.
Se sabe que partió por la noche en un barco de su propiedad que apareció después vacío a la deriva frente al Puertito de Güímar, pero las imágenes de las cámaras del puerto no muestran a las pequeñas de 1 y 6 años. Si le grabaron llegando en su coche sobre las 21:30 horas con bolsas. Según explica Antena 3, sale a navegar sobre las 22:00 horas y hora y media después regresa a puerto porque se quedó sin batería en el móvil. Acude a una gasolinera cercana y compra un cargador y a media noche zarpa de nuevo. Ahí se le pierde la pista. El barco vacío apareció a dos kilómetros de la costa y se ha encontrado una sillita de bebé flotando, pero que faltaría por determinar si pertenece a las pequeñas.
El pasado mes de diciembre, la madre de estas dos menores acudió a un puesto de la Guardia Civil para decir que su pareja le había amenazado verbalmente, si bien decidió no interponer ninguna denuncia. Pese a ello, las autoridades decidieron actuar de oficio, siguiendo el protocolo de VioGén, y recientemente se habrían puesto en contacto con ella para comprobar si en los últimos meses había recibido más amenazas o sufrido algún capítulo de maltrato, algo que sigue negando.
