Un ataque aéreo contra refugiados yemeníes causa 87 muertos y 40 heridos

  • Saná.- Ochenta y siete personas han muerto y 40 han resultado heridas en una zona remota del Yemen al bombardear la Fuerza Aérea un campamento de refugiados del norte del país, en una acción sin previo aviso que fue descrita por los testigos como "un baño de sangre".

87 refugiados yemeníes muertos y 40 heridos en dos ataques del Ejército
87 refugiados yemeníes muertos y 40 heridos en dos ataques del Ejército

Saná.- Ochenta y siete personas han muerto y 40 han resultado heridas en una zona remota del Yemen al bombardear la Fuerza Aérea un campamento de refugiados del norte del país, en una acción sin previo aviso que fue descrita por los testigos como "un baño de sangre".

El bombardeo se registró ayer en la comarca de Al Adi en Harf Sufian, en la provincia de Omrán, donde miles de desplazados yemeníes se encuentran en medio de duros combates que enfrentan desde el mes pasado al Ejército y a un grupo rebelde de una secta chií.

Al parecer, según fuentes tribales consultadas telefónicamente por Efe y que pidieron mantenerse en el anonimato, entre las víctimas hay mujeres, niños y ancianos, que vivían en condiciones precarias en el campamento.

"Ya se han contado 87 cadáveres y 40 personas están hospitalizadas", dijo uno de los líderes tribales.

Se trata del peor ataque desde el comienzo de la ofensiva del Gobierno de Yemen contra los rebeldes "hutíes" del norte del país, que comenzó el pasado 11 de agosto y que ha obligado a decenas de miles de personas a buscar refugio fuera del área de combates.

El ataque iba dirigido contra este campo, erigido con plásticos y materiales desechables, según los testigos.

Éstos agregaron que uno de los cazas disparó un primer cohete contra el campamento de desplazados, cerca de un colegio de la comarca.

"Mientras los supervivientes huían para guarecerse, otro avión se acercó y les bombardeó. Todo se convirtió en un baño de sangre", relató uno de los testigos.

El testigo añadió que los desplazados "habían quedado atrapados en el lugar y no podían trasladarse a otra zona segura".

Según un comunicado de los rebeldes que cita a su líder, Abdel Malik al Huti, "el ataque se produjo a mediodía y decenas de personas murieron".

Los cuerpos de las víctimas quedaron dispersos varias decenas de metros, describe la nota.

El asentamiento se encuentra cerca de una carretera controlada por los rebeldes que une a Harf Sufian con la cercana provincia de Al Jawf, fronteriza con Arabia Saudí.

Ni el Gobierno de Yemen ni su Ejército se ha pronunciado aún sobre estas denuncias.

Sin embargo, una fuente militar citada por la agencia de noticias oficial de Yemen, Saba, declaró que "varios elementos saboteadores, terroristas y rebeldes resultaron muertos o heridos por los ataques contra sus áreas de concentración en varias zonas de Omrán y Saada".

El gobierno yemení acusó a los rebeldes de utilizar a los civiles como "escudos humanos".

"Los elementos terroristas colocan a punta de pistola a los civiles para esconderse tras ellos", según una fuentes sin identificar citadas en la página web de partido gobernante usada por el Ministerio de Defensa yemení para dar a conocer sus comunicados.

Los enfrentamientos entre rebeldes chiíes del norte del país, seguidores del clérigo Abdel Malek al Huti, comenzaron en abril del 2004 tras acusar al gobierno de Saná de ignorar las demandas de la población local.

Los rebeldes "hutíes" pertenecen a la secta chií de los "zaydis", única en el Yemen y a la que pertenece un tercio de la población del país, incluido el presidente yemení, Ali Abdalá Saleh.

Aunque los rencores en el norte del país datan de comienzos de los noventa, la lucha estalló con el alzamiento de Husein al Huti, padre del líder actual y quien murió en septiembre del 2004 durante el primer brote rebelde.

Del bombardeo contra el campo de desplazados se hizo eco también la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW), que pidió hoy al Gobierno abrir una investigación "inmediata e imparcial" sobre la responsabilidad de los ataques, que según sus propios testigos causaron la muerte de 87 civiles.

En una nota, la organización, con sede en Nueva York, urge a todas las partes del conflicto a que respeten la leyes internacionales que prohíben atacar a la población civil.

Según un testigo que cita HRW, los aviones de la fuerza aérea yemení llevaron a cabo ayer por la mañana cuatro bombardeos sin previo aviso contra una zona despejada con personas desplazadas y cerca de un colegio.

De acuerdo con ese relato, en esos momentos no se registraban enfrentamientos entre Ejército y rebeldes, pero en la zona hay una carretera usada con frecuencia por los rebeldes "hutíes".

HRW calcula que los enfrentamientos de las últimas semanas, que han avivado el conflicto después de un año de relativa calma, han causado 150.000 desplazados.

Mostrar comentarios