Un temporal con casi una incidencia por minuto y vientos de 163 km/h

  • El temporal ha llegado a Galicia con una incidencia cada minuto y medio solo en el 112 y rachas máximas de viento de 163,5 kilómetros por hora que han provocado el miedo a salir a la calle en numerosos ciudadanos.

Miguel Álvarez

A Coruña, 14 feb.- El temporal ha llegado a Galicia con una incidencia cada minuto y medio solo en el 112 y rachas máximas de viento de 163,5 kilómetros por hora que han provocado el miedo a salir a la calle en numerosos ciudadanos.

La ciclogénesis explosiva Ulla ha conseguido algo que nadie esperaba en la comunidad gallega: superar a todas sus predecesoras que llevan casi dos meses azotando con fuerza el noroeste español.

En Meteogalicia, según han contado a EFE, no salen de su asombro por los intensísimos vientos que se registran durante toda la jornada.

En la localidad lucense de Burela, uno de los puntos más al norte de España, el viento ha batido su récord de 2009 con una racha de 163,5 km/h, cuando el registro anterior era de 151,9.

Allí, la eléctrica Begasa ha confirmado que casi toda la costa de Lugo, desde Ribadeo a Viveiro, se ha quedado sin suministro eléctrico como consecuencia de las fuertes rachas de viento, con el trastorno que conlleva para los vecinos de la zona.

En la provincia de A Coruña se ha comprobado que la velocidad del aire ha llegado hasta los 157,1 km/ en Cedeira, 153,6 en Fisterra o 138,3 en Punta Langosteira, donde está el Puerto Exterior, además de los 129,1 en la propia ciudad herculina a las 9 horas de esta mañana.

Los vientos han sido tan fuertes durante todo el día que dormir en viviendas situadas cerca del litoral se ha convertido en un auténtico reto mientras arreciaba el temporal contra las ventanas.

Por si esto fuera poco, un sinfín de personas han preferido quedarse en sus casas mientras unos pocos valientes se decidían a salir a la calle.

En el exterior la lluvia constante y el viento ha sido tan fuerte que incluso dos camiones han volcado en carreteras gallegas y uno de ellos quedó en riesgo de caer desde un puente de unos treinta metros entre Ribadeo y Asturias.

La pregunta en la calle era cómo desplazarse. La lluvia hacía que la utilización de paraguas fuese obligada, pero estos volaban y los pocos que quedaron en las manos de sus dueños acabaron destrozados en contenedores.

El servicio de emergencias 112 gestionó hasta el mediodía de hoy un total de 490 incidencias del temporal de lluvia y viento en tierra y la costa que hoy azota Galicia, como caídas de árboles, vertidos en las carreteras, desprendimientos de cornisas o tejados.

Estas cifras dan un promedio de una incidencia cada minuto y medio, a las que hay que sumar las numerosísimas que han recibido los diferentes servicios de emergencias locales, como las ochenta en seis horas de A Coruña, con una cada cuatro minutos.

No fueron pocos los niños que tuvieron que volver a sus casas después de que sus colegios se quedasen sin techo o de que los responsables de los centros viesen demasiado peligroso continuar con su actividad.

Incluso en el sur de Galicia, donde los vientos han llegado a un máximo de 116,8 kilómetros por hora, las actividades en el exterior han sufrido trastornos.

Las condiciones en las instalaciones deportivas de A Madroa obligaron al entrenador del Celta de Vigo, Luis Enrique, a trasladar al gimnasio la primera parte del entrenamiento que tenía previsto realizar su plantilla.

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