Una cometa gigante para transportar buque

  • La empresa alemana SkySails comercializa cometas gigantes para propulsar barcos de transporte de mercancías.
La empresa alemana SkySails comercializa cometas gigantes para propulsar barcos de transporte de mercancías
La empresa alemana SkySails comercializa cometas gigantes para propulsar barcos de transporte de mercancías
lainformacion.com
Sara Acosta

El transporte marítimo de mercancías está viviendo su propia revolución tecnológica. El progresivo alza del precio del crudo y una regulación ambiental cada vez más restrictiva están dando alas al invento de la empresa alemana SkySails, que comercializa nada menos que cometas gigantes como sistema tractor de buques de mercancías.

La compañía, que ha invertido 47 millones de euros para el desarrollo de esta tecnología, ha encontrado su nicho de negocio en la presión de la legislación europea e internacional para reducir los componentes contaminantes del fuel pesado. Todavía hoy, hasta el 90% del comercio internacional sigue realizándose por mar, y el transporte marítimo exhala hasta un billón de toneladas de dióxido de carbono anuales, lo que representa el 3% de las emisiones globales de CO2, responsable del cambio climático.

En 2008, la Organización Marítima Internacional (IMO, en sus siglas en inglés), aprobó la reducción de las emisiones de dióxido de sulfuro de la industria de transporte marítimo, un componente que libera elevadas dosis de dióxido de carbono en el mar. En 2020, los barcos de carga deberán utilizar combustible con un máximo del 0,5% de sulfuro en la mezcla de fuel. El otro anclaje de negocio de la compañía es el elevado coste energético del transporte por el alza del precio del crudo. La cometa gigante puede ahorrar entre un 10% y un 35% de consumo de fuel.

Las cometas gigantes de SkySails sustituyen el fuel por vientos de gran altura, entre 200 y 500 metros, muy estables y con capacidad para generar la misma potencia que el motor de un Airbus 321, según los cálculos de la propia empresa. Las telas pueden alcanzar hasta 32 metros de ancho, una envergadura equivalente a este modelo de avión comercial. La vela gigante se instala en la proa, para evitar entorpecer la carga y descarga de mercancías.

Una vez plegada, una cometa de 160 metros cuadrados ocupa el espacio de una cabina de teléfono. Tampoco hay grandes estructuras que acomodar ni en la cubierta ni en otras partes del buque. La compañía apunta a la escasa inclinación del barco una vez desplegada la cometa, garantizando la seguridad a bordo. La tela gigante funciona en modo de piloto automático hasta avistar tierra, cuando se pliega de nuevo para permitir la descarga de la mercancía.

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