Una exposición de la BNE explora la historia de la biblia hebrea en España

  • La biblia es un libro esencial en la cultura hebrea y también lo fue en la vida de los judíos de la península ibérica, como refleja la exposición "Biblias de Sefarad", que hoy se inaugura en la Biblioteca Nacional de España (BNE) y exhibe manuscritos y piezas de gran valor.

Ana Mendoza

Madrid, 27 feb.- La biblia es un libro esencial en la cultura hebrea y también lo fue en la vida de los judíos de la península ibérica, como refleja la exposición "Biblias de Sefarad", que hoy se inaugura en la Biblioteca Nacional de España (BNE) y exhibe manuscritos y piezas de gran valor.

Organizada por el Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y por la BNE, la muestra recrea los modos en los que el libro sagrado era leído, interpretado y representado en aquella época y lo hace a través de manuscritos producidos en España y que, tras la expulsión de los judíos en 1492, vivieron luego un largo exilio.

Una biblia perteneciente a la Casa de Alba, del siglo XV, que traduce el texto hebreo al castellano y con comentarios de exégesis medieval en los márgenes, es uno de los manuscritos más importantes de la exposición, como también lo son la biblia hebrea de la Complutense o el rollo de Esther ("Fortalitium fidei"), obra judeocristiana de la baja Edad Media.

Las obras expuestas proceden algunas de la propia BNE y el resto ha sido prestado por numerosas instituciones. La mayor parte de las piezas salen por primera vez de esos centros.

El Archivo Histórico Nacional, las bibliotecas del monasterio de El Escorial, de la Universidad Complutense o de la Universidad de Salamanca, la catedral de El Burgo de Osma o la de Toledo, el Archivo Histórico Nacional o la Biblioteca Colombina de Sevilla son algunas de esas instituciones que han cedido sus fondos.

En declaraciones a Efe, Javier del Barco, comisario de la exposición, señaló que, a través de las piezas expuestas, "se intenta reconstruir una parte de la historia cultural de los judíos en la España medieval, muy poco conocida".

"Biblias de Sefarad: las vidas cruzadas del texto y sus lectores" gira en torno a las biblias hebreas, pero el visitante se encontrará también con manuscritos relacionados con el libro sagrado, junto a otros de exégesis del mismo o de las polémicas que suscitaba su interpretación.

En general, son piezas de los siglos XIII al XV, aunque también hay algunas posteriores a la expulsión de los judíos.

"Hubo una época de hebraísmo cristiano muy intenso, justo después de la expulsión, ya que muchos conversos trabajan en universidades en el XVI y su labor es fundamental para el desarrollo de ese hebraísmo cristiano", explicó Del Barco.

La mayoría de los manuscritos que se muestran han vivido "un largo exilio, de siglos", dado que salieron de España después de la expulsión de los judíos, y "solo algunos permanecieron aquí, unos ocultos, otros en manos de la Inquisición y la Iglesia".

Con el tiempo esos manuscritos 'exiliados' regresaron a España en forma de legados eclesiásticos o de colecciones particulares", añadió el comisario, doctor en Filología hebrea.

La exposición, que podrá visitarse hasta el 13 de mayo y que hoy fue inaugurada por la directora de la BNE, Glòria Pérez Salmerón, y por Pura Fernández, vicedirectora del CCHS, evoca también el interés de los judíos por conservar el libro sagrado, costara lo que costara.

Así, el visitante se encontrará con fragmentos de la Biblia que "fueron encontrados accidentalmente durante unas obras de reforma de una casa de Toledo", en la que estaban "emparedados" junto a otros documentos.

En otras ocasiones, las piezas que se exponen se han conservado gracias a que una parte del manuscrito fue utilizada como material de relleno en encuadernaciones de otros libros o de procesos inquisitoriales.

No todo son manuscritos en esta muestra. Hay también piezas especiales relacionadas de una forma u otra con el libro sagrado, como lámparas de sinagogas, amuletos y anillos, uno de ellos muy pequeño, con una inscripción que, "posiblemente, se refiera a la mujer poseedora de ese objeto, acompañada de un versículo bíblico", comentó Javier del Barco.

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