Una investigación logra revertir los efectos del envejecimiento en ratones

  • Oviedo.- Garantizar el correcto mantenimiento de los telómeros -las estructuras que protegen los extremos de los cromosomas- permite detener algunos efectos de la degeneración provocada por el envejecimiento de los tejidos, según se ha constatado en una investigación con ratones modificados genéticamente.

Una investigación logra revertir los efectos del envejecimiento en ratones
Una investigación logra revertir los efectos del envejecimiento en ratones

Oviedo.- Garantizar el correcto mantenimiento de los telómeros -las estructuras que protegen los extremos de los cromosomas- permite detener algunos efectos de la degeneración provocada por el envejecimiento de los tejidos, según se ha constatado en una investigación con ratones modificados genéticamente.

Esta investigación, cuyos resultados publica hoy la revista "Nature", ha sido realizada en el Dana Farber Cancer Institute de Harvard, (Boston) con la participación del doctor Juan Cadiñanos, actual director del Laboratorio del Instituto de Medicina Oncológica y Molecular de Asturias (IMOMA), que diseñó los ratones modificados genéticamente que han permitido realizar estas observaciones.

A lo largo de la vida, las células proliferan mediante divisiones sucesivas para asegurar la renovación y el buen funcionamiento de los tejidos y, a consecuencia de este proceso, los extremos de los cromosomas -los telómeros- van erosionándose gradualmente.

Según el IMOMA, los telómeros cumplen en los cromosomas la misma función que el recubrimiento plástico que protege los extremos de los cordones de los zapatos para evitar que estos se deshilachen.

Hasta ahora se había demostrado que los ratones que carecen de telomerasa (la enzima que ayuda a regenerar los telómeros), experimentan atrofia progresiva de sus tejidos, pérdida de células madre, fallo de diversos órganos vitales y defectos en la cicatrización de heridas.

El estudio publicado hoy se ha realizado utilizando ratones que poseen una telomerasa inactiva que se puede reactivar temporalmente administrando un fármaco llamado 4-hidroxitamoxifeno.

La reactivación de esta enzima permite la reparación de los telómeros, facilita la división celular y revierte la degeneración de diversos tejidos y permite, por ejemplo, revertir la neurodegeneración lo que permite generar nuevas neuronas y recuperar el sentido del olfato, que se había deteriorado por la edad.

Según los responsables de la investigación, si se logra activar el mecanismo adecuado los órganos deteriorados por el tiempo pueden ser capaces de recuperar las funciones que han perdido a causa del envejecimiento.

No obstante, los investigadores apelan a la prudencia dado que, aunque en este trabajo no se observó la aparición de tumores, la reactivación prolongada de la telomerasa o la aplicación de la misma en edades más tardías podría llegar a causar cáncer.

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