Una niña de 5 años quita el luto a la Virgen en la Bajada del Ángel de Burgos

  • La niña Inés Barbadillo, de 5 años, ha sido este año la encargada de quitar el velo de luto a la Virgen en la "Bajada del Ángel", uno de los momentos más emotivos de la Semana Santa burgalesa, que se ha celebrado esta mañana en Aranda de Duero.

Aranda de Duero (Burgos), 8 abr.- La niña Inés Barbadillo, de 5 años, ha sido este año la encargada de quitar el velo de luto a la Virgen en la "Bajada del Ángel", uno de los momentos más emotivos de la Semana Santa burgalesa, que se ha celebrado esta mañana en Aranda de Duero.

Se trata de una forma espectacular de simbolizar la resurrección de Cristo y el final del luto de su madre.

De una cajonera de madera con forma de nube, situada en la fachada de la Iglesia de Santa María, ha descendido un año más un gran globo en cuyo interior iba la niña que este año simbolizaba al Ángel.

Una vez situado el globo sobre la imagen de la Virgen, el globo se ha abierto y de su interior han salido dos palomas y la niña, que entre confeti y agitando las piernas y los brazos se ha descolgado hasta la imagen y ha retirado el velo negro.

El párroco de la iglesia de Santa María, Andrés Vicario, ha insistido en el simbolismo de este momento que "resume la base del cristianismo, que es la fe en Cristo resucitado".

Además, ha explicado que la "Bajada del Ángel", que cada año organiza la cofradía de Las Candelas, tiene un origen incierto, aunque "muy antiguo", porque hay alguna referencia escrita de que ya era una tradición en el siglo XV.

Tampoco está claro si este tipo de escenas era habitual en muchas ciudades españolas, aunque en este momento sólo se conserva en Aranda, la localidad vallisoletana de Peñafiel y Tudela (Navarra).

Enrique González, Hermano Mayor de la cofradía que organiza la "Bajada del Ángel" en Aranda de Duero, ha explicado que el sistema de cuerdas que soporta el globo en el que el ángel va metido se sustituyó en el año 2000 por un equipo de escalada que montan y comprueban cada año miembros del Grupo Espeleológico de Aranda de Duero y bomberos municipales. EFE

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