Una procesión en recuerdo del Concilio Vaticano II abre el Año de la Fe

  • Una procesión presidida por Benedicto XVI y compuesta por 400 obispos, en recuerdo de la del 11 de octubre de 1962, cuando comenzó el Concilio Vaticano II, abrió hoy la misa solemne con la que el Pontífice abrió el Año de la Fe, que se prolongará hasta noviembre de 2013.

Ciudad del Vaticano, 11 oct.- Una procesión presidida por Benedicto XVI y compuesta por 400 obispos, en recuerdo de la del 11 de octubre de 1962, cuando comenzó el Concilio Vaticano II, abrió hoy la misa solemne con la que el Pontífice abrió el Año de la Fe, que se prolongará hasta noviembre de 2013.

A la misa asisten 14 obispos casi centenarios que participaron en el Concilio Vaticano II. Ese evento eclesial congregó a 2.540 obispos, de los que aún viven 69.

Entre los asistentes están Serafim Fernandes de Araujo, cardenal arzobispo emérito de Belo Horizonte (Brasil), de 88 años.

También están presentes Arturo Antonio Symanski Ramírez, de 90 años, arzobispo emérito de San Luis Potosí (México); Roberto Cáceres, de 91 y obispo emérito de Melo (Uruguay), y José Mauro Ramalho de Alarcón Santiago, de 87 años, obispo emérito de Iguatu, en el estado brasileño de Ceara.

El italiano Felice Leonardo, de 97 años, y el palestino Hilarion Capucci, arzobispo de Cesarea de Palestina de los Greco Melquitas (católicos de rito oriental), de 90 años, son otros de los asistentes, según la lista facilitada por el Vaticano.

A la solemne ceremonia, que se celebra en una mañana soleada, asisten el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, y el arzobispo de Canterbury y Primado de la Comunión Anglicana, Rowan Williams.

El Papa XVI oficia con 400 concelebrantes, de ellos 80 cardenales, 14 padres conciliares (los que asistieron al Vaticano II), 8 patriarcas de Iglesias Orientales, 191 arzobispos y 104 presidentes de Conferencias Episcopales de todo el mundo.

El evangeliario que se usa en la misa es el mismo que se utilizó hace 50 años durante el Concilio Vaticano II, evento en el que participó un joven teólogo alemán de 35 años, profesor de la Universidad de Bonn y que hoy es Benedicto XVI.

El Vaticano II fue clausurado por Pablo VI el 8 de octubre de 1965. En la ceremonia entregó el "Mensaje al Pueblo de Dios" aprobado por los padres conciliares y en el que se pedía la paz para el mundo, a gobernantes, hombres de ciencia y de pensamiento, del mundo del trabajo, artistas, mujeres, pobres, enfermos y jóvenes.

Hoy Benedicto XVI recordará ese gesto y entregará textos del Concilio y el Catecismo de la Iglesia Católica, al, entre otros, minero chileno Luis Alberto Urzua Iribarrem, que permaneció atrapado durante más de dos meses a 700 metros de profundidad en la mina San José, en el desierto chileno de Atacama, junto a otros 32 compañeros.

Urzua Iribarrem fue el primero que comunicó con el exterior y el último que abandonó la mina.

También lo recibirá la periodista mexicana Valentina Alazraki, que ha cubierto los viajes por el mundo de Juan Pablo II y Benedicto XVI, y la física italiana Fabiola Gianotti, que participó en la prueba que verificó la existencia del llamado bosón de Higgs o "partícula de Dios".

El director de cine italiano Ermanno Olmi, y el secretario general del sindicato italiano CISL, Raffaele Bonami, recibirán también los textos del Concilio.

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