Una segunda víctima del seísmo de Lorca estaba embarazada, según el Gobierno

  • Lorca (Murcia).- El consejero de Justicia y Seguridad Ciudadana de Murcia, Manuel Campos, ha informado esta mañana de que una segunda víctima del terremoto que hizo temblar ayer a la ciudad de Lorca estaba embarazada, y no prevé que haya más heridos ni muertos que los ocho de ayer.

La tierra tiembla en Lorca y deja ocho muertos
La tierra tiembla en Lorca y deja ocho muertos

Lorca (Murcia).- El consejero de Justicia y Seguridad Ciudadana de Murcia, Manuel Campos, ha informado esta mañana de que una segunda víctima del terremoto que hizo temblar ayer a la ciudad de Lorca estaba embarazada, y no prevé que haya más heridos ni muertos que los ocho de ayer.

Tras inspeccionar las zonas más dañadas por los efectos del seísmo, Campos ha asegurado que todas las calles se encuentran ya limpias de escombros, y que los primeros análisis de los técnicos en edificación hablan de daños en la tabiquería y la ornamentación de las viviendas, más que en las estructuras sobre las que se cimentan y levantan.

Según sus palabras, la situación está controlada, y a lo largo de esta mañana se realizarán las autopsias a los cadáveres hallados ayer, por lo que sobre el mediodía podrán conocerse sus resultados.

El juez decano de Lorca, José Luis García Fernández, coordina las diligencias de una jueza de instrucción de la ciudad, que ha sido quien ha confirmado a Campos que entre las tres mujeres fallecidas había dos encintas, de las que sólo ha trascendido la edad de una de ellas, 22 años.

Los presentadores de dos de los programas de radio matinales de mayor audiencia de España, Carles Francino, de "Hoy por Hoy" de la Cadena Ser, y Juan Ramón Lucas, de "En días como hoy", de Radio Nacional de España, han instalado sus improvisados estudios en el campamento montado por la Unidad Militar de Emergencias (UME) para quienes no pueden regresar a sus hogares.

Para protegerse del frío, Lucas iba cubierto por una manta amarilla de la UME, al igual que muchos de los que a primera hora de la mañana dejaban ver ya alguna sonrisa tras una noche más severa al raso en la explanada del Huerto de la Rueda.

Desde las 7:30 horas los acampados, sobre todo inmigrantes, hacían cola para poder tomar un café, té o leche caliente y desayunar algo sólido entre un multicolor despliegue de mantas de abrigo, cuyos portadores estaban a esa hora aún poco activos, aunque casi todos ya en pie, y algunos lavándose los dientes con agua mineral.

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