Un total de 1.480 médicos especialistas jóvenes abandonaron España el año pasado en busca de trabajo y mejores condiciones profesionales, según afirmaron este jueves representantes del Foro de la Profesión Médica en rueda de prensa.
Según el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín, si se compara esta cifra con los 4.000 especialistas que terminaron su formación en 2011, el resultado es alarmante.
“No significa que todos los que se han ido sean los mismos que acaban de terminar”, prosiguió, pero si se tiene en cuenta que solo los primeros seis años de carrera cuestan entre 60.000 y 90.000 euros, el gasto para el Estado resulta “preocupante”, destacó.
El presidente realizó estas declaraciones durante un acto contra los recortes organizado por el Foro de la Profesión Médica, que también agrupa a la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), la Federación de Asociaciones Científico-Medicas Españolas (FACME), el Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud (CNECS) y la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina (CNDFM).
Para el presidente de la CNDFM, Joaquín García-Estañ, los recortes “ponen en riesgo la formación de los futuros profesionales” y “la viabilidad misma del Plan Bolonia”, que implica “inversiones en nuevos equipamientos y más contratación de profesores” para prestar una atención más personalizada.
“Todas estas partidas se han recortado por la reducción del presupuesto en las universidades”, destacó García-Estañ, a cuyo juicio resulta “paradójico” que el número de facultades de Medicina en cambio no pare de crecer. “De las 28 de 2006, hemos pasado a 40 en 2011”, más otras cuatro que ya han sido acreditadas, subrayó.
Escépticos ante el pacto
El secretario general de la CESM, Patricio Martínez, lamentó que desde 2010 “los recortes se acumulan en la medicina pública”, cuyos profesionales han perdido un 20% de poder adquisitivo si se consideran las actualizaciones del IPC.
Por todo ello, Rodríguez Sendín calificó de “imprescindible” alcanzar el anunciado Pacto por la Sanidad, aunque confesó sentirse “aburridísimo por el tiempo que se lleva hablando de lo mismo”.
Ahora "se han cambiado las boinas” y quienes antes se oponían lo intentan promover y viceversa, reflexionó Rodríguez Sendín.
Finalmente, exigió “el fin de los recortes indiscriminados” y advirtió de “las amistades peligrosas que, con independencia de unos partidos u otros”, empujan hacia la privatización del sistema. “No estamos dispuestos a que haya una medicina de ricos y otra de pobres”, concluyó.
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