Uruguay: sindicatos de enseñanza en dura pulseada con gobierno por presupuesto

Tras una semana en la que fueron ocupadas cinco facultades públicas del país, este domingo se espera una importante asamblea para definir si hay una huelga de alcance nacional e indefinido en la rama secundaria, plegada a la lucha por el aumento del presupuesto para la educación pública hasta un 6% del PIB.

Se espera una semana conflictiva en el sector tomando en cuenta las diferencias existentes -según medios, el gobierno evaluaba llevar el presupuesto hasta un 4,9%- y la postura irreductible de los sindicatos, lo que pone en riesgo las clases para decenas de miles de alumnos.

El domingo la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) -que agrupa a 55 asociaciones del país- se reunirá en asamblea y evaluará si realiza una huelga nacional desde el 26 de agosto, lo que extendería el paro iniciado el 17 de agosto por profesores de secundaria capitalinos.

A su vez, la Federación de Estudiantes Universitarios de Uruguay (Feuu) cerró una semana de ocupaciones de 24 horas en cinco facultades -Medicina, Bellas Artes, Odontología, Ingeniería y Comunicación-, de la Universidad de la República (Udelar) para reclamar por el 6% del PIB para la educación.

El pasado 14 de agosto miles de estudiantes marcharon en Montevideo hasta la presidencia y ahora la Feuu anuncia para el 27 de agosto una gran protesta nacional junto con sindicatos de docentes, empleados de la enseñanza y estudiantes de liceos y escuelas técnicas públicas.

El viernes trabajadores de escuelas técnicas capitalinas y funcionarios no docentes de Secundaria aprobaron una huelga, mientras maestros de escuelas capitalinas decidieron no firmar su convenio salarial y pararán toda la semana que viene.

En la misma jornada cientos de docentes sindicalistas irrumpieron en un salón de la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra), cuando el gobierno y gremios negociaban ajustes salariales.

Con este panorama el gobierno del socialista Tabaré Vázquez, que viene aplicando recortes al gasto público con ojo en el déficit y control inflacionario, ofreció sin éxito una contrapropuesta de mejoras salariales.

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