Varias ONG exigen aclarar el asesinato en México de un migrante guatemalteco

  • Activistas mexicanos de derechos humanos condenaron hoy el asesinato del inmigrante guatemalteco Julio Fernando Cardona y exigieron que se esclarezcan las causas de su muerte, presuntamente a pedradas, mientras estaba bajo custodia policial.

México, 19 ago.- Activistas mexicanos de derechos humanos condenaron hoy el asesinato del inmigrante guatemalteco Julio Fernando Cardona y exigieron que se esclarezcan las causas de su muerte, presuntamente a pedradas, mientras estaba bajo custodia policial.

"Es imposible que él se cayera del tren, como dijo al principio la policía, porque había piedras con sangre y quedaban lejos de las vías. Está claro que lo mataron a pedradas", dijo Irineo Múgica, miembro del Movimiento Migrante Mesoamericano.

Cardona, de 19 años, fue detenido y quedó bajo custodia policial el domingo 7 de agosto en la localidad de Tutitlán, en el centro del país. Los últimos testigos lo vieron camino del lugar en donde lo encontraron muerto a la mañana siguiente.

El activista Múgica se encontraba en Tutitlán y fue a denunciar la desaparición del joven. "Para denunciarlo fue un problema porque nadie nos hacía caso. No hay voluntad para esclarecer este caso", aseguró en una rueda de prensa junto a otros miembros de ONG.

Así, pese a que dos policías han sido detenidos por estar a cargo del inmigrante cuando murió, Múgica culpó a las autoridades de querer ocultar información sobre quién mató al joven, si las propias autoridades o personas de la localidad contrarias a la existencia de la Casa del Migrante San Juan Diego.

Esta casa, existente desde 2009, ha sembrado la discordia entre los habitantes de la localidad, que culpan a los inmigrantes de todos los episodios de violencia.

"Con el pretexto de la casa los vecinos dicen que toda la delincuencia tiene que ver con ellos, pero la casa solo existe desde 2009 y la criminalidad en el lugar es legendaria", apuntó Martha Sánchez, miembro del Movimiento Migrante Mesoamericano.

El pasado domingo, Sánchez acudió con un grupo de activistas a la casa para hacer un homenaje a Cardona y, dijo, fueron increpados por los vecinos que se reunieron en el exterior para pedir el cierre del centro. "Su actuación demuestra la xenofobia de la sociedad", añadió.

"Nos gritaban muchos estereotipos que criminalizan a los inmigrantes. Por ejemplo, dicen que pueden violar a sus mujeres. Sin embargo, no se ha registrado un solo caso de violencia sexual perpetrada por inmigrantes, mientras que el 80 por ciento de las mujeres inmigrantes son violadas por mexicanos", explicó.

La muerte de Cardona se produce un año después de que 72 centroamericanos fueran encontrados muertos, asesinados por presuntos miembros del cartel de las drogas Los Zetas.

Tras este suceso, el Gobierno de Felipe Calderón llevó a cabo una reforma migratoria, ley que según los activistas no ha cambiado mucho las cosas.

"No se ha avanzado. Mientras las autoridades no vean que el tema de la inmigración no es de seguridad sino de política social y económica no va a funcionar ningún reglamento", dijo Nancy Pérez, miembro de la ONG Sin Fronteras.

"Una ley que tiene como centro la protección de las fronteras y el resguardo de su territorio está criminalizando a todas aquellas personas que transitan el país", añadió.

Para Fabián Sánchez, activista de otra ONG, Idheas, continúa habiendo una falta de capacitación policial y de legislación en materia de protección a inmigrantes y es necesario repensar las instituciones como el Instituto Nacional de Migración.

"La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha determinado que la detención es la medida más extrema que puede llevarse a cabo en contra de un inmigrante y en el caso de México es la única medida que se tiene", dijo.

En la rueda de prensa también participó José Gabriel Cháves, inmigrante guatemalteco que contó cómo fue asaltado por la policía de Tutitlán, que le obligó a entregarle todo el dinero que llevaba.

La corrupción policial es uno de los principales problemas destacados por los activistas y uno de los peligros a los que se enfrentan los miles de centroamericanos que cruzan cada año México en busca de un futuro mejor.

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