Varsovia vive una noche de lucha contra la riada y no descarta evacuaciones

  • Varsovia.- Bomberos, militares y policía luchan hoy contra la riada del río Vístula, que anoche rompió un dique en la capital polaca, lo que ha hecho que se preparen más de 200 autobuses por si fuesen necesarias evacuaciones masivas de la población que vive en la parte más baja de la ciudad.

Varsovia.- Bomberos, militares y policía luchan hoy contra la riada del río Vístula, que anoche rompió un dique en la capital polaca, lo que ha hecho que se preparen más de 200 autobuses por si fuesen necesarias evacuaciones masivas de la población que vive en la parte más baja de la ciudad.

La alarma se disparó esta madrugada, cuando el agua rebasó una de las defensas en la parte sur de Varsovia y logró filtrarse hasta medio kilómetro a través de la ribera del Vístula.

Inmediatamente cientos de operarios se lanzaron a la labor de intentar taponar la vía de agua y proteger las zonas adyacentes, para lo cual se emplearon más de treinta mil sacos de arena.

Mientras, los residentes de los barrios cercanos, especialmente los que habitan en casas bajas, subían a las plantas superiores sus muebles y se mantenían frente al televisor en estado de angustia que se alargó gran parte de la noche.

Por si fuese necesario la ciudad ha preparado un dispositivo especial para la evacuación de los habitantes afectados, que incluye 200 autobuses, aunque la situación parece haberse estabilizado en las últimas horas y el nivel del río se situaba en 748 centímetros.

Ahora es la ciudad de Plock, al norte de Varsovia, la que espera la riada con un refuerzo de 50.000 sacos de arena que pretenden evitar que se repita la situación vivida a finales de mayo, en la primera riada, cuando el agua entró a algunos barrios de la ciudad.

A pesar de la catástrofe provocada por las dos inundaciones consecutivas, Polonia no se plantea decretar el estado de emergencia, una medida que supondría retrasar hasta otoño las elecciones presidenciales previstas para el próximo 20 de junio.

Al menos 25 personas han muerto desde mayo en las riadas y otras 10.000 han tenido que ser evacuadas a causa de la violencia del agua.

El Gobierno ha destinado 500 millones de euros de sus reservas presupuestarias para ayudar a las víctimas de unas inundaciones que podrían haber causado pérdidas de hasta un uno por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) nacional.

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