Viceministro yemení sale ileso de un atentado en nueva jornada de protestas

Saná, 30 sep.- El viceministro de Información de Yemen, Abdo el Yanadi, salió hoy ileso de un atentado en la capital, explicó a Efe el propio responsable gubernamental, en una nueva jornada de protestas contra el régimen en el país.

La explosión hirió de gravedad a cuatro de los guardaespaldas del viceministro y tuvo lugar en la entrada de su vivienda en el barrio diplomático de Hada, una zona en el sur de Saná donde se encuentra la mayoría de embajadas.

Ese ataque, que El Yanadi atribuyó a "milicias de la oposición", se produce pocos días después del atentado suicida perpetrado contra el ministro de Defensa yemení, general Mohamed Naser Ahmad.

Ahmad resultó herido leve el pasado 27 de septiembre en un atentado con coche bomba en la ciudad portuaria de Adén, que también causó heridas a diez de sus acompañantes.

Varias ciudades yemeníes volvieron a ser hoy escenario de protestas contra el presidente del país, Ali Abdalá Saleh, aunque también se organizaron otras en su apoyo.

Desde finales de enero pasado, el Yemen vive una revuelta popular que se ha recrudecido en las últimas semanas con la muerte de más de un centenar de personas.

Los manifestantes reclaman la salida inmediata de Saleh, que hace una semana volvió de Arabia Saudí tras tratarse las heridas que sufrió en un atentado contra el palacio presidencial en junio pasado.

A su regreso, el mandatario volvió a comprometerse con el traspaso pacífico del poder que figura en un plan del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) e instó a los opositores a alcanzar el poder mediante elecciones.

El pasado 12 de septiembre, Saleh delegó en su vicepresidente, Abdo Rabu Mansur Hadi, la autoridad para negociar con la oposición la propuesta del CCG, que estipula el traspaso de la autoridad al vicepresidente en el plazo de un mes desde su firma y la celebración de elecciones presidenciales.

En los próximos días, Hadi podría firmar dicha iniciativa, apuntaron fuentes diplomáticas del Golfo, aunque las reiteradas negativas del presidente a aceptarla en el pasado han generado recelo entre los opositores.