Tiene 24 años

El cerebro de una red de torturas y abuso a 74 mujeres: "Soy un diablo sin freno"

  • La trama, conocida como "Nth room", difundía vídeos a miles de usuarios que pagaron dinero por verlos.
Sospechoso de una trama de abusos
Sospechoso de una trama de abusos
EFE

"Gracias por poner freno a la vida de un diablo sin freno". El que ha dicho esta frase tiene 24 años y es la cabeza de una trama que se dedicaba a chantajear a más de 70 mujeres para que grabaran vídeos autolesionandose y manteniendo relaciones sexuales para luego exhibirlos a cambio de un pago. 260.000 personas pagaron. El caso pasa ahora a famos de la fiscalía en Corea del Sur.  Al menos 74 mujeres, 16 de ellas menores, han sido víctimas de esta trama, conocida como "Nth room" o "Sala N" debido a las salas de chat en la aplicación de mensajería Telegram (llamadas Sala N1, Sala N2...).

Las palabras de Cho Ju-bin, de 24 años, se captaron  al salir, esposado y escoltado por policías de la comisaría del distrito de Jongno en Seúl ante una multitud formada por periodistas y también por personas que le han increpado y han pedido la condena más dura posible contra él. Cho, que lucía un collarín y un vendaje en la cabeza, ha sido después trasladado a la oficina de la Fiscalía del Distrito Central de Seúl para que lo investigue por múltiples cargos, incluyendo la vulneración de la ley para la protección de menores contra delitos sexuales.

La policía cree que los operadores de la trama primero accedían a datos personales de las víctimas a través de distintos métodos para luego amenazar con difundir dicha información si no enviaban fotos de ellas desnudas.

Una vez que las víctimas enviaban esas imágenes, los operadores de la red supuestamente amenazaban con difundir dicho material si las mujeres no accedían a grabarse en vídeo autolesionándose o realizando actos sexuales.

El caso ha generado una tremenda indignación en Corea del Sur, donde varias peticiones "online" a la oficina presidencial han pedido el máximo castigo y la difusión de los nombres de todos los participantes de la trama, incluidos los usuarios de los chat que se cree que llegaron a pagar hasta 1,5 millones de wones (1.200 dólares/1.100 euros) por ver los vídeos.

La policía ha detenido de momento a 126 personas relacionadas con el caso y cree que puede haber unos 260.000 personas que pagaron para visionar los contenidos.

No es la primera trama de este tipo en Corea del Sur, donde en los últimos años las mujeres han subrayado su hartazgo con los repetidos casos de "molka", vídeos de contenido íntimo o sexual difundidos por internet

El presidente surcoreano, Moon Jae-in, ha pedido investigar a fondo la trama mientras el Ministerio de Justicia ha reconocido que este caso es "un desastre derivado de la tibia respuesta dada a los crímenes sexuales en la esfera digital".

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