El escrito de la Fiscalía

Cuatro terroríficas horas de la violación a una menor en una masía: sigue el juicio

Audiencia Provincial de Barcelona
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Dos de los diez presuntos implicados en una violación múltiple a una menor de 14 años en Pineda de Mar (Barcelona) se sentarán mañana en el banquillo de la sección décima de la Audiencia Provincial de Barcelona. El pasado lunes el tribunal escuchó la declaración que la víctima hizo en fase de instrucción, según la cual los procesados empezaron por "cogerla fuertemente de las manos" y llevarla "contra su voluntad hacia el interior de una masía abandonada y alejada del núcleo urbano" donde fue "violada por turnos aprovechando su situación de temor, sometimiento y total indefensión", y luego abandonada, unas cuatro horas después, cuando huyeron al escuchar las sirenas de un coche de policía, según recoge el escrito de Fiscalía al que ha tenido acceso La Información. Uno de los procesados llegó a colgar en su cuenta de Instagram un vídeo  donde se veían las agresiones sexuales. La menor asegura que sintió "asco y miedo". Los acusados lo niegan todo. 

Eran las 16:30 horas del 22 de marzo de 2018 cuando los dos procesados, con "otros menores, jóvenes, fuertes, altos y de complexión atlética", arrastraron a la víctima hasta una masía abandonada en la que la joven, que cuando ocurrieron los hechos sufría un trastorno de adaptación y episodios de depresión, estaba "absolutamente desprotegida e imposibilitada para pedir auxilio". Al llegar a esta vivienda de tres plantas, "que carecía de techo" y cuyos pisos superiores estaban casi derruidos, fue "rodeada con intención de amedrantarla y que no pudiera escapar" de esa primera planta dividida en cinco habitaciones llenas de vegetación y ruinas y con algunos restos de haberse encendido hogueras.

Continúa el escrito asegurando que cuando llegaron al solar, rodeado por un muro lleno de grafitis, tuvieron que entrar en la masía "por un agujero en las ventanas del lateral derecho" porque la puerta estaba tapiada. Hasta allí habían cogido un camino de tierra muy estrecho por el que no podían acceder los vehículos. Las agresiones, "en las que ninguno utilizó preservativo", finalizaron "cuando se escuchó la sirena de un coche de policía en la zona" y nunca cuando la joven dijo -en más de una ocasión- "¡va, ya está!" o "¡tíos parad!" de "manera clara"

Eran las 20:45 horas cuando todos "huyeron de la casa dejándola sola". Recalca la Fiscalía de Barcelona que dichas agresiones se llevaron a cabo prevaliéndose de la superioridad que les proporcionaba esa situación "previamente buscada, realizada y querida" y que la víctima "ante la situación de temor e indefensión total en la que se encontraba adoptó una actitud de sometimiento". 

Nada más llegar rodearon a la joven mientras la vejaban y amedrentaban de uno en uno, haciendo incluso fotografías y vídeos de algo más de 10 segundos de duración de cada acto sexual que la "obligaban a realizar contra su voluntad" en "reiteradas ocasiones". Uno de los acusados subió uno de los seis vídeos a su cuenta de Instagram con más de 500 seguidores. La propia red social acabó retirándolo debido a su contenido.

Por este motivo, la Fiscalía añade a la pena un delito de utilización de menor para elaborar pornografía infantil. La menor fue consciente de que se "estaban realizando las grabaciones y fotografías, haciéndose asimismo contra su voluntad", puntualizan. Como consecuencia tuvo que permanecer ingresada en un centro hospitalario durante un mes y medio tras la violación y sufrió estrés postraumático debido a la difusión de dicho material. 

Estos dos jóvenes se enfrentan ahora en esta causa, que está prevista acabe el viernes, a penas de 164 años y 149 años. En ambos casos están acusados de dos delitos de agresión sexual y nueve como cooperadores necesarios para que el resto -todos menores- también la violaran. Del resto de presuntos autores, dos menores ya fueron juzgados en un proceso paralelo y están pendientes de sentencia y  todavía faltan por identificar al resto. 

La Fiscalía también solicita una indemnización conjunta y solidaria a los procesados de un millón de euros por perjuicio moral irrogado así como por las secuelas producidas. Todo ello "teniendo en cuenta la extrema gravedad de los hechos , la minoría de edad de la víctima, los trastornos psíquicos que sufría la menor al tiempo de producirse los hechos y su ingreso en el hospital".

También quiere que se tenga en cuenta "los  episodios de irritabilidad, autolesiones, fugas de domicilio padecido por la menor a consecuencia de los hechos, la imposibilidad de valoración en el momento presente de las secuelas futuras, la victimización secundaria a lo largo de la tramitación del procedimiento así como la gran repulsa social de los hechos acaecidos".

Los dos acusados por su parte declararon ante las magistradas el lunes, y negaron los presuntos delitos de agresión sexual que se les imputan: ambas defensas sostienen que las relaciones con la menor fueron voluntarias, y que fue ella quién se ofreció y propuso ir a un lugar más apartado después de encontrarla donde mantenía relaciones consentidas con menores.

La defensa persigue acogerse a una excepción en el Código Penal para los abusos a menores, por lo que pretende demostrar que la víctima parecía mayor, de unos 16 años: a partir de esa edad, las relaciones consentidas entre un menor y un adulto son legales; antes, solo si es con "una persona próxima al menor por edad y grado de desarrollo o madurez".

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