WWF recuerda a Medio Ambiente que debe aprobar ley de Agua bajo pena de multa

Madrid, 31 ene.- España se enfrenta a una posible multa de 7 millones de euros y 500.000 mas diarios si retrasa la aprobación de los planes hidrológicos y la directiva marco del Agua de la Unión Europea, denunció hoy WWF en vísperas de la celebración mundial del Día de los Humedales.

La responsable del Programa de Aguas de ese organismo internacional en España, Eva Hernández, aseguró a EFEverde que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente tiene "sobre la mesa" los planes y tiene que aprobarlos cuanto antes y fijar unos "caudales ecológicos" que garanticen la supervivencia de los humedales por los beneficios que aportan a la sociedad.

España, explicó, no cumplió en 2009 con la fecha límite de aprobación de la directiva marco y está pendiente de sentencia del Tribunal Europeo para que se le asigne un plazo adicional que ya no podrá retrasarse.

La sentencia, dijo, se emitirá este año y por cada día de incumplimiento que pase tras su conocimiento pesan 500.000 euros.

Según WWF, que recuerda la celebración del Día Mundial de los Humedales el próximo 2 de febrero, hace falta un cambio urgente en la forma en que se gestiona el agua para evitar que desaparezcan humedales emblemáticos como Las Tablas de Daimiel o Doñana.

"Este 2012 ofrece la oportunidad de aprobar unos planes hidrológicos que aporten agua suficiente a estos humedales y acaben con los 12.000 pozos ilegales que amenazan con desecarlos", insiste WWF, que el próximo jueves lanza la campaña "Yo también soy pato".

WWF propone respaldar su iniciativa en redes como Facebook, cambiando la foto de perfil por la de un pato, y en Twitter, siguiendo la etiqueta #yotambiensoypato.

El grupo ecologista llama la atención sobre el peligro que supone la escasez de agua para la biodiversidad y los humedales, responsables "gratuitos" del control de inundaciones y la depuración del agua.

La legislación española, recuerdan, exige que los planes hidrológicos garanticen, tras la seguridad de abastecimiento para la población, unos caudales de agua suficientes para los ríos y humedales y ajustar la demanda a la oferta, y no al revés, como alertan que sucede ahora.