Xinjiang planea contratar 3.000 exsoldados para mantener la seguridad

  • La ciudad de Urumqi, capital de la región noroccidental china de Xinjiang, donde son frecuentes los enfrentamientos entre la población minoritaria uigur y las autoridades, planea por primera vez reclutar a 3.000 exsoldados para mantener la seguridad.

Pekín, 28 nov.- La ciudad de Urumqi, capital de la región noroccidental china de Xinjiang, donde son frecuentes los enfrentamientos entre la población minoritaria uigur y las autoridades, planea por primera vez reclutar a 3.000 exsoldados para mantener la seguridad.

Según publica hoy el diario oficial Global Times, todos los soldados que hayan abandonado el servicio este año, que tengan menos de 30 años, que "estén en contra del separatismo y las actividades religiosas ilegales" y que no tengan credenciales criminales pueden postular al puesto.

Así lo anuncia la página web del Buró de Asuntos Civiles de Urumqi, que añade que los combatientes candidatos tendrán que rellenar una solicitud, la cual incluye un examen político y un chequeo médico.

Una vez contratados, recibirán un sueldo de 3.000 yuanes (alrededor de 500 dólares) al mes, y obtendrán el "hukou" local, el permiso de residencia chino.

"El reclutamiento es una forma de mantener la estabilidad, así como de ayudar a soldados sin empleo a obtener un trabajo", dice la web, en la que supone la primera vez que se produce una iniciativa de este tipo en la potencia asiática.

Según el diario, la medida refleja la determinación de las autoridades en combatir el terrorismo y el separatismo, que se ha convertido, dice, en un problema cada vez más serio en Xinjiang en los años recientes.

"La situación en Xinjiang cada vez es peor, y el Gobierno necesita más gente para prevenir futuros conflictos", apunta al rotativo Pan Zhiping, director del Instituto de Investigación de Asia Central de la Academia de Ciencias Sociales china.

Agrega que los soldados que hayan acabado el servicio y que tengan una alta experiencia política y militar "serán capaces de prevenir a grupos de organizar actividades terroristas", ya que ahora dice que son los ciudadanos, en su mayoría mujeres, los que con frecuencia patrullan las calles por la noche.

No obstante, advierte de que aumentar la presencia de fuerzas de seguridad también puede disparar las tensiones, si la población uigur se siente más vigilada por las autoridades.

Con alrededor de dos centenares de muertos dentro y fuera de Xinjiang en lo que va de año, Pekín culpa de estos episodios de violencia a grupos de influencia yihadista que buscan que la provincia se convierta en el estado independiente de Turkestán Oriental.

Sin embargo, comunidades uigures en el exilio aluden a la represión política, cultural y religiosa que sufren por parte de las autoridades chinas como causa de los conflictos y niegan la existencia de organizaciones terroristas.

El régimen chino ha aumentado en los pasados meses las medidas de seguridad en la región, que para algunos grupos de derechos humanos van dirigidas sólo contra los uigures, y han endurecido las sentencias, en ocasiones dictadas a la vez contra grandes grupos y fuera de los tribunales, como en estadios de fútbol.

Así, decenas de personas han sido condenadas a la pena capital desde mayo por su supuesta implicación en ataques terroristas.

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