Yemen inicia mañana el diálogo nacional, lastrado por diferencias políticas

  • Yemen abre mañana, lunes, la esperada conferencia del diálogo nacional, clave en la etapa transitoria del país, cuya unidad está amenazada por la crisis con los separatistas sureños y los rebeldes chiíes.

Saná, 17 mar.- Yemen abre mañana, lunes, la esperada conferencia del diálogo nacional, clave en la etapa transitoria del país, cuya unidad está amenazada por la crisis con los separatistas sureños y los rebeldes chiíes.

Tras varios retrasos en su inicio, los 575 delegados de los partidos y facciones políticas de todo el país se reunirán en Saná mañana, en un acto inaugurado por el presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi.

Las autoridades yemeníes han tomado una serie de medidas para garantizar la seguridad durante la conferencia, que durará seis meses y cuyo principal cometido es redactar una nueva Constitución y estudiar las demandas de los movimientos sureño y chií.

Más de 60.000 efectivos de la Policía y el Ejército se desplegarán en la capital, principalmente junto a las sedes en las que se desarrolla el diálogo y las residencias de las distintas delegaciones.

También se ha prohibido el porte de armas en Saná para evitar conatos de violencia, según informó el portavoz del Comité de Asuntos Militares, la mayor autoridad castrense del país, general Said Ebied.

Ebied explicó que sólo se permitirá llevar armas a algunos responsables y altos mandos militares del Estado, por lo que pidió a los dirigentes de los partidos y jefes tribales que no vayan acompañados de guardaespaldas armados.

El acto de inauguración de la conferencia está previsto que se celebre en el Palacio Presidencial de Saná con la asistencia de representantes de las Naciones Unidas, la Unión Europea (UE) y la Liga Árabe.

Durante los seis meses de diálogo, los participantes tratarán de poner fin a la crisis que vive el país desde que las protestas que estallaron en enero de 2011 obligaron a renunciar al presidente Ali Abdalá Saleh el año pasado.

En este periodo interino se debe elaborar la nueva Carta Magna, que será sometida a referéndum popular, y organizar elecciones parlamentarias y presidenciales para febrero de 2014.

Estos pasos, así como la misma convocatoria del diálogo, vienen estipulados en el plan para el traspaso del poder en el Yemen auspiciado por la ONU y los países del Golfo Pérsico.

Este acuerdo, firmado en noviembre de 2011 en Riad, condujo a la renuncia definitiva de Saleh en febrero de 2012, cuando ocupó el cargo su vicepresidente Hadi, elegido en unos comicios en los que fue el único candidato.

La conferencia del diálogo es una de las etapas más importantes de dicho plan, pero las divergencias políticas han provocado que se retrasase en varias ocasiones su inicio.

El principal reto son los separatistas sureños, cuyos líderes boicotean el diálogo y han protagonizado recientemente disturbios en las provincias meridionales del país.

Los separatistas acusan al Gobierno central de discriminar a los ciudadanos del sur y abogan por la independencia de Yemen del Sur de la actual república del Yemen.

Estas demandas suponen una amenaza para la integridad del estado, que se convirtió en un solo país el 22 de mayo de 1990 tras la unión del norte y del sur.

Por su parte, los rebeldes chiíes, que controlan la provincia de de Saada -limítrofe con Arabia Saudí- desde 2010, piden una mayor autonomía.

Esa milicia, seguidora de la secta chií zaydí, que solo se da en el Yemen, se alzó en armas contra las autoridades en el año 2004.

Con el inicio del diálogo, el Yemen da un nuevo paso en su convulsa transición, amenazada por los movimientos separatistas y la actuación de grupos terroristas como Al Qaeda.

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