Yihadismo. Expertos piden “hacerse a la idea” de que en españa hay yihadistas "dispuestos a atacar”


El profesor de Historia Contemporánea de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Florentino Portero, aseguró este miércoles que hay que “hacerse a la idea” de que en España hay terroristas yihadistas dispuestos a “atacar en cualquier momento”, por lo que recomendó a las autoridades el desarrollo de una estrategia que sea capaz de “adelantarse a sus movimientos”.
Así se pronunció Portero, en declaraciones a Servimedia, acerca de las recientes detenciones en España de musulmanes dispuestos a enrolarse en grupos terroristas como el autodenominado Estado Islámico (EI).
En ese sentido, Portero subrayó que “se tiene que asumir que en España hay una comunidad musulmana que es amplia”. Dentro de la misma, según explicó, hay sectores “que han optado por una visión tradicional y fundamentalista del Islam, que son los que se conocen como islamistas, y dentro de los islamistas hay sectores que han optado por la yihad”.
Del mismo modo, manifestó que la proliferación de elementos dispuestos a enrolarse en estos grupos terroristas se debe a que existe una “crisis de identidad muy fuerte en el Islam”, ya que “donde haya musulmanes habrá tensión sobre cómo se define el papel de un musulmán en una sociedad globalizada. Un sector de esos musulmanes han optado por una versión reaccionaria, una contrarrevolución, un intento de frenar el proceso de globalización”.
Por esa razón, Portero advirtió de que “hay que hacerse a la idea de que hay yihadistas en España y tenemos que hacernos a la idea de que, en algunos casos, optarán por atacar en el extranjero y, en otros, optarán por hacernos daño en casa. La Policía, la Guardia Civil, el CNI llegarán a tiempo, en ocasiones. En otros casos, no será posible”.
ESTRATEGIA CON EL ISLAM
Por ello, apeló a la necesidad de disponer de una “estrategia general con el Islam”, distinguiendo tres planos: el “musulmán normal”, que es aquel que vive su religión de manera tradicional, el “islamista”, que es quien evoluciona a una visión incompatible con Occidente, y el “musulmán que ha optado por la violencia”.
Portero aconsejó adoptar con los musulmanes tradicionales una política en la que se conozcan los debates que se producen a nivel interno, conocer su experiencia y facilitar su integración en las sociedades occidentales “consiguiendo el equilibrio entre lo que es la identidad musulmana y la aceptación plena del Estado de derecho occidental”, lo que se puede conseguir perfectamente, ya que “la mayoría de musulmanes que viven en Europa están perfectamente integrados y no plantean ningún tipo de problemas”.
En cuanto a los islamistas, recomendó saber exactamente quiénes son, quiénes están dirigiendo los movimientos en la península, Ceuta, en Melilla, en Canarias y Baleares, y tratar de evitar que puedan influir en el mayor número posible de musulmanes de su entorno. “Esto es muy complicado porque en muchas ocasiones la Policía no dispone de los medios necesarios para realizar ese seguimiento. Pero hay que estar ahí para evitar que propaguen su visión radical del Islam”, remachó.
Eso, desde su punto de vista, implica “trabajar muy cerca de la inteligencia marroquí, de la inteligencia argelina, de la francesa y de la británica. Esta gente trabaja en red, en clave multinacional”.
CAPTACIÓN
Portero estableció que “frente a la yihad, es sencillo: o llegas antes o llegas tarde. No hay más historia. Es un tema estrictamente policial, por lo que se trata de recopilar la mayor información posible para que un juez pueda meter en la cárcel”.
Por último, recordó que este tipo de grupos terroristas centran labores de captación en Europa centrándose en “jóvenes que no tienen un futuro cierto. Se aprovechan del desarraigo”, al tiempo que les aportan la identidad perdida, la idea de una autorrealización, de autoestima”.
Portero explicó que lo que hacen estas redes yihadistas es “proporcionarles un guión que les otorga cierto orgullo de ser ellos mismos. La imagen mítica del soldado islámico es la que les proporciona esa satisfacción de ser ellos mismo y el orgullo de que sus familias se van a sentir bien de tener un hijo con ese valor y ese credo”.

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