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Las viviendas modulares de Homm se construyen en tiempo récord, con un gran diseño y sostenibilidad.
Las viviendas modulares de Homm -en la imagen, varias de las 18 viviendas adosadas de una promoción construida recientemente-, se producen en tiempo récord, con un gran diseño y sostenibilidad.

Homm

Así será la vivienda del futuro (que ya se está construyendo en España)

Implementar la industrialización en la construcción es una de las claves de futuro para el sector, un proceso que beneficia a constructor, promotor y comprador final.

La construcción no se ha librado de la crisis acaecida por el coronavirus. La incertidumbre económica ha impactado en constructores, promotores y compradores en un sector que ya venía demandando una evolución para adaptarse a las nuevas necesidades del mercado, teniendo en cuenta la sostenibilidad y la industrialización como pilares fundamentales para salir adelante.

"La industrialización en todas sus variantes -tanto 2D como en 3D- cada vez va a ser más un requerimiento más que una intención en la promoción, porque permite al promotor saber lo que va a costar la vivienda, cuándo va a tener las llaves y qué calidad esperar", explican desde Homm, empresa de referencia en edificación industrializada modular en hormigón, especialistas en vivienda de baja densidad; adosadas, pareadas, aisladas y colectivas.

En Homm, la industrialización está presente en todo el proceso de construcción: "Nos decantamos por el sistema modular nos permite alcanzar el máximo nivel de acabado en fábrica (actualmente llegamos a un nivel de integración del 90% con respecto a la totalidad de la edificación), de tal forma que conseguimos tener el proceso totalmente parametrizado conforme a los estándares industriales", señalan. Esto se traduce en un total control de plazos, calidad y precio final, permitiendo ofrecer a los promotores plazos definidos y a medida, calidad concertada y precio fijo garantizado desde el principio, "convirtiéndonos así en su aliado industrial".

“Buscamos ser el aliado industrial de los promotores”

Así, este modelo productivo acaba con una de las cuestiones que más preocupa al usuario final cuando optar por la compra de una vivienda de obra nueva: el plazo de entrega. "El usuario final sabe que lo que compra se va a ejecutar bajo unos parámetros de control de un proceso industrial, con lo que eso implica en la calidad de la vivienda, tanto percibida como oculta, y en el plazo de entrega de las llaves, más corto y que se cumple", apuntan desde Homm. De hecho, la diferencia entre un proceso de construcción industrializada supone un ahorro de hasta ocho meses de tiempo con respecto al modelo tradicional.

Las viviendas modulares de Homm se construyen en tiempo récord, con un gran diseño y sostenibilidad.
Otra de las promociones de Homm. En este caso, 26 viviendas adosadas, construidas y entregadas este 2020.

  

Sostenibilidad y calidad

A partir de un diseño pre-configurado, que después se personaliza, el proceso de construcción de la vivienda comienza en fábrica, siguiendo un proceso industrial parametrizado que garantiza los estándares de calidad más exigentes. Mientras la vivienda se produce, en paralelo se realizan los trabajos de cimentación y urbanización en la parcela, lo que agiliza el proceso de manera notable.

Además, estas viviendas cumplen con numerosos criterios de sostenibilidad y eficiencia energética, cuestiones que cada vez más compradores tienen en cuenta, como el aislamiento térmico en toda la envolvente, la carpinterías y vidrios de calidad (bajo emisivos o con gas argón en algunos casos), o la aerotermia con suelo radiante y refrescante. En las viviendas de alta gama, también se incluye el sistema de electrificación KNX con opción de domótica para controlar la temperatura del suelo radiante y el accionamiento de persianas motorizadas para hacer que la vivienda trabaje más eficazmente.

En este 2020, y a pesar del impacto de la Covid-19, Homm ha entregado 44 viviendas, todas con certificado energético A

"El 70% de la huella de carbono de un edificio se genera en el uso del edificio durante su vida útil. Por ello todos los proyectos en Homm se diseñan con el objetivo de obtener certificación energética A e incluso cumplen con las características necesarias para poder obtener el sello BREEAM, un certificado de construcción sostenible avalado mundialmente", explican desde esta empresa.

Hacer frente a los retos del sector

Para esta empresa, otro de los problemas a los que debe hacer frente el sector es a la escasa mano de obra cualificada, lo que impacta directamente en la calidad final de la vivienda. "Además de eso, en muchos casos, el suelo pesa demasiado sobre el precio del metro cuadrado y fomenta que se adjudiquen los contratos de construcción a la baja, en los que se incrementa aún más el problema de la mano de obra que comentaba", explican desde la empresa.

Otro cambio importante ha sido el endurecimiento de los préstamos bancarios al promotor, que ha subido el porcentaje de preventas que se exige en las promociones. "Esto hace que el usuario final sea más decisivo en si una u otra promoción sale adelante, quien, gracias a la creciente información disponible y a las referencias de construcción implantadas ya existentes, cada vez es más consciente de los beneficios de este tipo de procesos en cuanto a calidad, seguridad y plazo de entrega. Una realidad que hace que tanto promotor como usuario final ganen en este proceso", concluyen.

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