En los últimos meses se ha producido un impulso del comercio electrónico y, de su mano, también han crecido las nuevas fórmulas para costear las compras que hacemos por esta vía. La más relevante es BNLP, siglas de ‘Buy now, pay later’ (o lo que es lo mismo, ‘Compra ahora, paga después’). Esta tendencia de consumo ha sido objeto de estudio para Minsait Payments, la filial de medios de pago de Minsait, una compañía de Indra.
A las tradicionales tarjetas de plástico se ha añadido, en los últimos años, el uso de sus equivalentes virtuales y hasta del móvil. A esa ecuación se suma ahora un concepto, el de la financiación, que ya existía pero que ha pasado al primer plano al surgir nuevas facilidades tanto para el cliente como para el comercio. Gracias a este modelo, podemos saber en cuestión de segundos de qué manera es posible aplazar o fraccionar cualquier compra que hagamos independientemente de su importe.
Un modelo que, pese a su rápida evolución como opción de pago y financiación alternativa, todavía se encuentra en una fase incipiente: el 43% de los españoles declara conocerlo y solo el 15% lo utiliza, según recoge el XI Informe de Tendencias en Medios de Pago de Minsait Payments.
El estudio hace hincapié también en cuestiones demográficas o en el margen de crecimiento con el que cuentan las BNPL para convertirse en una de las alternativas más a mano para los consumidores. Amazon en EEUU, Apple (mediante la función Apple Pay Later) o PayPal son algunas de las empresas que ya han incorporado este servicio o están en vías de hacerlo.
Una opción que seduce a los más jóvenes
Estás en una pausa para comer y aprovechas para buscar una prenda de vestir, un libro o cualquier gadget en tu móvil o tu ordenador. Una escena que nos resulta más que familiar. Imagina que, al decantarte por la compra, el comercio te ofrece una alternativa para aplazar o fraccionar el pago en apenas segundos. No hace faltar elucubrar nada, ya es una realidad.
El XI Informe de Tendencias en Medios de Pago, elaborado por Minsait Payments, expone dos variables en el perfil de este comprador. La primera es su juventud, puesto que los ‘millenials’ y la generación Z suelen optar por las compras a débito. En este punto, la aparición del BNPL en el comercio electrónico impulsa esta fórmula cada vez más en boga en Norteamérica y Europa.
Justo es en esta última región donde tiene más margen de crecimiento con la excepción del Reino Unido. Con datos similares a los de España se encuentran en otros países de nuestro entorno como Italia o Portugal.
Enrique Álvarez, responsable de Desarrollo de Negocio de Minsait Payments en Europa, hace esta lectura: “El éxito de las empresas fintech proveedoras de BNPL radica en gran medida en su capacidad para llegar a acuerdos con los comercios online, requiriendo a su vez una cuidada integración que facilite el recorrido por la tienda del usuario a lo largo del proceso de compra, y advirtiendo desde un principio de la capacidad ofrecida para financiarle si así lo decide”.
Los retos de la expansión
El propio Álvarez apunta hacia la dificultad de llegar a todos los comercios en Internet como la tarea donde deben concentrarse más esfuerzos para que este modelo se expanda. “Por ello, las empresas fintech han encontrado en las tarjetas BNPL virtuales de un solo uso un elemento complementario para todos esos negocios en los que las fintech no tiene integrada dicha experiencia de compra”, reflexiona.
“Los proveedores específicos de servicios BNPL se están anticipando a la banca en un sector, el de la financiación, hasta ahora en sus manos”
La banca, tradicional actor principal en este terreno, debe clarificar su rol. Los proveedores específicos de servicios BNPL (Klarna, Affirm, Afterpay, etc.) se están anticipando a ella en un sector, el de la financiación, que hasta ahora estaba en sus manos. Tal y como aclara el experto de Minsait Payments, esta debería “defender su posición tradicional” de cara al futuro tanto en ese área como en la de los pagos.
Queda claro, por tanto, que el futuro en el consumo pasa por flexibilizar al máximo las opciones de pago para los clientes. Que se generalice su uso es cuestión de tiempo. Tiempo para los usuarios y para que las empresas y los bancos se abran a este nuevo horizonte. La revolución BNPL ya está aquí.
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