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La libertad financiera es una forma organizada de gestionar el dinero para ser independiente económicamente.
La libertad financiera es una forma organizada de gestionar el dinero para ser independiente económicamente.

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¿Sabes realmente lo que es la libertad financiera?

Este concepto que está tan de moda hace referencia a vivir sin preocuparse por cuestiones económicas, y, para conseguirlo, el ahorro y la inversión son fundamentales.

Vivir sin problemas económicos es una situación con la que sueñan muchas familias españolas, más si cabe con la pandemia y consecuente crisis que se está viviendo en la actualidad. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de ahorro de los hogares se situó en el 31,1% de la renta disponible en el segundo trimestre del año, su nivel más alto desde 1999. Además, según los datos del Banco de España, la riqueza de las familias en España también ha crecido casi un 5% con la pandemia. Pero esto no se debe a una optimización de la gestión de los ingresos, sino a una contención del gasto como respuesta a la incertidumbre del momento. 

Y, precisamente, con el objetivo de contrarrestar el efecto del contexto en las finanzas personales ha vuelto a cobrar importancia el término de 'libertad financiera'. Éste hace referencia al ahorro, pero también a llevar a cabo una gestión de los ingresos que permita una independencia económica, logrando así el objetivo de vivir sin preocupaciones por el dinero.

Para Euge Oller, fundador de Emprende Aprendiendo y reconocido por la revista Forbes como uno de los 100 mejores influencers, la libertad financiera "es entender tus gastos, algo que yo recomiendo a todo el mundo a través de un método tan simple como una tabla en Excel o una app, e invertir el dinero que vas generando en activos, desde una hipoteca hasta invertir en una página web, activos con los que también estás generando riqueza".

Escucha el Podcast de Banco Sabadell 'Como lograr la libertad financiera y jubilarse pronto', con Euge Oller.

A esta filosofía se la conoce también como movimiento FIRE -acrónimo de Financial Independence, Retire Early, que se podría traducir como independencia financiera para jubilarse temprano-: una forma más organizada de gestionar el dinero para ser independiente económicamente.

Para muchos, este concepto también podría entenderse cómo el número de meses que puedes vivir sin trabajar o lo pronto que te puedes jubilar, algo que se puede lograr aumentando el ahorro y reduciendo los gastos, a través de la inversión, creando tu propia empresa o participando en negocios que te proporcionen una fuente de ingresos pasivos.

Eso sí, conviene no confundir este concepto con la riqueza, pues no consiste en tener muchos ingresos, sino en ganar en tiempo y calidad de vida. "La libertad es aceptar los compromisos que tú quieras, pero siguen siendo compromisos", apunta Oller en el Podcast de Banco Sabadell.

¿Una jubilación anticipada?

Para muchos, seguir esta filosofía financiera que defiende la independencia económica es comparable con jubilarse o no volver a trabajar nunca, ya que se sobrentiende que se disfruta con la fuente de ingresos. Es lo que Steve Jobs definía como: "La única manera de hacer un buen trabajo es amando lo que haces”. Oller, en la misma línea, exclama: "Si encuentras lo que te gusta y puedes sacarle rendimiento económico, no tienes por qué jubilarte nunca". "Venimos de un sistema que nos ha tratado como máquinas: desde la Revolución Industrial los trabajadores son solo un número en la empresa, y por eso parece que la jubilación es un momento de liberación, sin embargo, no creo que cuando ésta llegue todo sean buenos momentos 24/7. Para mí lo más importante es dar con lo que te apasiona, levantarte por las mañanas con ganas de seguir creando y aportando valor", explica.

"Yo creo que dejar de trabajar no es el objetivo a perseguir, es más interesante buscar los ingresos a través de la creación de riqueza y de valor mediante algo que te guste, porque entonces no vas a trabajar más en tu vida. Para mí la libertad es dedicarte a algo que te gusta y que encima te paguen por ello", añade.

Sobre cómo aportar valor, el experto alude a la educación financiera: "No entiendo cómo no nos enseñan de dónde viene el dinero, es obvio que nadie lo regala. Si quieres dinero, tienes que generar valor, es decir, crear algo por lo que otra persona esté dispuesta a pagar y que además reciba una satisfacción al hacerlo", señala.

Junto a esta cuestión, Oller alude también a la relación que las nuevas generaciones -millennials y centennials- tienen con el dinero: "Todo está tan digitalizado que con un teléfono móvil tenemos acceso a todo lo que necesitamos. Está de moda el minimalismo, y muchos jóvenes, más que centrarse en cómo generar más dinero, tienen una filosofía de cómo reducir sus necesidades y, por lo tanto, sus gastos, y entonces se dan cuenta de que no hace falta acumular tanto, como hacían nuestros padres o abuelos, para ser felices".

Cómo conseguir la libertad financiera

Para alcanzar este modo de vida, el ahorro y la inversión se convierten en dos factores fundamentales, ya que en función del dinero que se destine a estos, antes o después se logrará cierta independencia económica. De hecho, el perfil del seguidor del movimiento FIRE es aquel que trata de ahorrar más del 50% de su salario, frente al 10% o al 20% de ahorro que realiza la mayoría de la población. Aunque ahorrar dicha cantidad no es posible para todas las personas, existen otros gestos que pueden ayudar a lograr esta libertad financiera o, al menos, acercarse a ella.

El primer paso es hacer un control exhaustivo de todos los gastos que se tienen al mes, apuntando los fijos -como puede ser el alquiler o la hipoteca, los gastos de luz, agua y teléfono- y los variables, por muy mínimos que parezcan, como puede ser tomar un café, comprar algo de ropa, darse un capricho... De estos últimos será de donde más dinero se podrá reservar para destinar al ahorro.

Una vez analizados, y tras emplearse a fondo en la reducción de los gastos innecesarios, hay que hacer un cálculo de los ingresos. Además, es importante buscar fuentes de ingresos pasivos, es decir, aquellos que obtenemos independientemente de si trabajamos o no, como podrían ser las ganancias de un inmueble alquilado o los derechos de autor de un producto. Una vez se hace una valoración del dinero resultante de la resta de los gastos a los ingresos, hay que saber qué hacer con ese dinero para que rente y siga produciendo ingresos pasivos. Fondos y planes de inversión, depósitos bancarios, acciones en empresas… las opciones son muy amplias, aunque conviene consultar a un experto para tener muy presente cuál es el riesgo de inversión que se está dispuesto a asumir para que el resultado nunca sea desfavorable a la economía personal.