Bolivia comienza a ver de lejos Rusia-2018, como corolario de una fuerte crisis

Bolivia es una de las primeras selecciones que asume que le resultará más que complicado clasificar al Mundial de Rusia-2018, al quedar tras la quinta fecha en penúltima posición de la tabla sudamericana, como corolario de una crisis deportiva e institucional.

El once del altiplano está con tres puntos en cinco partidos y, lo más grave, cedió 6 unidades de local: perdió ante Uruguay 2-0, en octubre del año pasado, y este jueves 3-2 ante Colombia. Sólo venció 4-2 a Venezuela en noviembre de 2015.

En sus salidas al extranjero, cosechó dos derrotas: 2-0 ante Ecuador en Quito en octubre y 2-1 ante Paraguay en Asunción en noviembre.

Con esos resultados sobre la espalda, el cuadro es desolador en la 'verde' que ve con añoranza su histórica clasificación a Estados Unidos-1994, de la mano del entrenador español, Xabier Azkargorta.

"Perder seis puntos en casa no es lo ideal (...) seguramente estamos lejos (de la clasificación), pero esto continúa, hay que seguir día a día", reconoció el DT de los bolivianos, Julio César Baldivieso, aunque entre la hinchada la ilusión de ir al próximo ecuménico de fútbol se esfuma como niebla de la mañana.

"Del resultado me hago cargo yo", acotó el timonel, tras concluir el encuentro ante los colombianos, quienes dirigidos por su estrella James Rodríguez se llevaron tres valiosas unidades del "nido del cóndor", el estadio Hernando Siles, en los ya irrespetados 3.600 metros de altitud.

Al técnico se le reprochó que ante los colombianos no haya convocado al portero Daniel Vaca y haya preferido a Rómel Quinóñez, blanco de las críticas por los tres goles cafeteros, y que desde el inicio no estuviese en la alineación el voluntarioso delantero Yasmani Duk (Cosmos Nueva York, EEUU).

El próximo partido de Bolivia, la semana que viene en la ciudad de Córdoba, se vislumbra desalentador, pues debe visitar a la poderosa selección de Argentina, del astro Lionel Messi, que el jueves venció a domicilio 2-1 a Chile, el último campeón de la Copa América.

Un resultado adverso podría sellar la suerte del adiestrador Baldivieso, quien no ha logrado imprimir en sus pupilos un convincente estilo de juego. En los pasillos de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) surge la idea de darle al seleccionado un golpe de timón.

Además, Baldivieso cosechó rencillas con emblemáticos jugadores, como el ariete Marcelo Martins Moreno, del Changchun Yatai de China, y el capitán y defensa, Ronald Raldes, quienes renunciaron a vestir la blusa boliviana por discrepancias personales.

El nuevo presidente de la FBF, Rolando López, pidió públicamente al adiestrador que "tiene que trabajar más y hablar menos".

Empero, los problemas de la selección van más allá de cambiar de técnico: son el resultado de años de postergación futbolística, sin nuevas figuras, y muy lejos de las grandes glorias que envolvieron al país en orgullo, como sus estrellas Marco 'Diablo' Etcheverry, Erwin 'Platiní' Sánchez o el mismo 'Emperador' Baldivieso, quien hoy está sumido en la tristeza de no poder reeditar como entrenador lo que cosechó como jugador.

Además, la Liga del Fútbol Profesional Boliviano (LFPB), que organiza la primera división, arrastra problemas económicos y de dirigencia y son reiteradas las amenazas de huelga de los jugadores por sueldos impagos.

En el último tiempo la FBF, la entidad que coordina el seleccionado, se sumió en una honda crisis, cuya cúspide se produjo a mediados de 2015, cuando su presidente y a la vez tesorero de la Conmebol, Carlos Chávez, fue encarcelado por una investigación de la fiscalía local por acusaciones de corrupción.

En agosto de 2015 asumió interinamente la función de presidente, el directivo Marco Ortega, pero la Conmebol exigió poner la institución a derecho, por lo que en enero de este año se designó a Rolando López.

En medio de la crisis, la FBF tuvo que elegir a un nuevo timonel, porque el antecesor de Baldivieso, Mauricio Soria, había dimitido.

Tras la última derrota ante Colombia, comenzó a reflotar un añejo discurso que aparece cada vez que hay fracasos: renovar el fútbol, trabajar fomentar las divisiones inferiores y unificar las dos cabezas del fútbol, la FBF y la LFPB.

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