EL CADETE A DEL REAL MADRID, CON LA SELECCIÓN ESPAÑOLA DE FÚTBOL PARA CIEGOS

El Cadete A del Real Madrid se ha entrenado en los campos de fútbol sala de césped artificial del Complejo Deportivo y Cultural de la ONCE en Madrid, compartiendo terreno de juego con los integrantes de la selección española de fútbol para ciegos.
Los jugadores que dirige Álvaro Benito realizaron el calentamiento y llevaron a cabo diversos ejercicios con el balón sonoro y los antifaces con los que juegan los futbolistas ciegos.
Todo ello, explicó el entrenador, con el objetivo de que los jóvenes “comprendan lo que se necesita para alcanzar las metas y sus objetivos en la vida”.
“En el fondo ellos son privilegiados y es importante que observen lo que es la superación, que nada te debe frenar para alcanzar tus metas y ver las experiencias tan positivas de vida que nos han contado los futbolistas ciegos”, señaló el entrenador merengue.
“Están en una edad muy complicada y así conseguimos que a alguno le sirva como experiencia vital y pueda superar los obstáculos que tenga por delante en su vida deportiva”, concluyó.
Por su parte, el capitán del filial madridista, Víctor Chust, reconoció que conocer de cerca a los futbolistas ciegos es “una de las mejores experiencias” que puede tener todo el equipo, “por la capacidad de superación que demuestran”.
La plantilla del cadete A presenció al completo el partido amistoso disputado entre el combinado nacional de fútbol para ciegos y el Girondins de Burdeos, que finalizó con victoria española por 1-0.
Los ciegos y deficientes visuales compiten en dos categorías, entre las que existen grandes diferencias. Así, los jugadores con deficiencia visual (B2/B3) necesitan pocas adaptaciones para poder competir y se concretan en conseguir contraste entre el color del balón y el suelo, de la portería y el fondo y en una iluminación de igual intensidad durante los 40 minutos de juego real que dura el partido.
Por su parte, el Fútbol 5 (ciegos totales) ha necesitado mayor número de adaptaciones, estando en estos momentos bien desarrollado y reglamentado, lo que lo convierte en un deporte seguro y viable para las personas ciegas.
Las características específicas imprescindibles son: balón sonoro; vallas laterales que evitan los fueras de banda, salvo que la pelota salga por encima de ellas, siendo además un elemento de orientación y seguridad para el jugador; el portero es vidente y tiene limitada su maniobrabilidad a una pequeña zona dentro del área de penalti; un guía detrás de la portería orienta a los jugadores; y la obligatoriedad de los jugadores de decir, de forma clara y audible, la palabra “voy”, para evitar golpes y orientar al jugador rival.

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