Japón quiere restablecer el honor de su judo en los Juegos de Rio

Japón, la madre-patria del judo, pretende restablecer su honor en los Juegos Olímpicos de Rio-2016 tras el descalabro de Londres-2012, en una cita en la que la cubana Idalis Ortiz quiere mantener de nuevo a raya a las asiáticas.

Hace cuatro años, Japón volvió de Londres como cuarto del medallero en judo (7 medallas, sólo una de ellas de oro, ningún oro masculino), por detrás de Rusia, Francia y Corea del Sur, y por delante de Cuba y Brasil.

La afrenta se saldó con varias cabezas cortadas y la entrega del mando del equipo a Kosei Inoue, campeón olímpico en 2000 (categoría de -100 kg).

En los Campeonatos del mundo del año pasado, Japón volvió a encabezar el tablero con 15 medallas, 6 de ellas de oro (tres para hombres y tres para mujeres).

La yudoca Kaori Matsumoto (-57 kg) defenderá el oro que conquistó en Londres. En la categoría reina masculina, los +100 kg, Ryu Shichinohe, vicecampeón del mundo en 2015, intentará dar el golpe, pero parece imposible ante el francés Teddy Riner.

Riner, imbatido desde hace seis años, podría ganar su segunda medalla de oro consecutiva, algo que en categorías altas es muy raro y que sólo lograron el japonés Hitoshi Saito (+95 kg en 1984 y 1988) y el francés David Douillet (+100 kg en 1996 y 2000).

Riner sólo tiene equivalente en el judo actual en la categoría femenina, y es la kosovar Majlinda Kelmendi (-52kg), doble campeona del mundo, que podría dar la primera medalla olímpica a su país.

El país anfitrión, Brasil, tiene sus esperanzas depositadas en la campeona olímpica Sarah Menezes (-48 kg), que curiosamente nunca ganó un campeonato del mundo pero que logró una medalla de bronce en el que se celebró en Rio en 2013.

También sueña con el éxito del peso pesado el antiguo número uno mundial Rafael Silva, bronce en los Juegos de 2012, pero tendrá a Riner enfrente.

A la cubana Idalis Ortiz le gustan las telenovelas brasileñas, pero a la hora de entrenar elige hombres rudos antes que galanes. La campeona olímpica de judo perfeccionó con los primeros la técnica que la perfila como una de las mayores apuestas de Cuba en Rio de Janeiro.

Ortiz, de 26 años, es una mole de fuerza y técnica que quiere revalidar el título que alcanzó en la categoría de +78 kg en Londres hace cuatro años.

Nacida en Candelaria, un poblado a 84 km de La Habana, Ortiz aprendió a fuerza de las caídas, y más caídas que le provocaron los hombres. Y no es metáfora rosa. Idalis se entrena con hombres fuertes.

En Londres logró lo que parecía imposible: quebrar la hegemonía china y japonesa. Nunca antes una atleta nacida fuera del continente asiático había reinado en +78 kg desde que el judo abrió las puertas a las mujeres en Barcelona-1992.

De 1,73 m de estatura y 115 kg, sonrisa fácil y tiernos gestos, Ortiz superó sobre el tatami de la capital británica a las favoritas Tong Wen (China) y Mika Sugimoto (Japón).

En Rio "espero mantener mi oro olímpico", pero "cualquiera que se me ponga delante va a ser una figura difícil", advirtió Ortiz en declaraciones a la AFP, intentando aplacar la sobrecarga de expectativas que genera su palmarés: casi 200 medallas, incluidas dos olímpicas (oro y bronce), cinco en mundiales (dos oros, tres bronces) y quince títulos panamericanos.

Mostrar comentarios