Luis Leardy: "Pensábamos que Barcelona serían los Paralímpicos del cemento y fue todo lo contrario"

  • Luis Leardy, actual director de Comunicación del Comité Paralímpico Español (CPE) y participante en los Juegos de Barcelona de 1992, vivió en aquella cita "una experiencia inolvidable" que afrontaron con "un poco de miedo" por el temor a que no fuese gente a verles competir, pero que finalmente fue "todo lo contrario", dejando claro que la cita española se convirtió en "un modelo durante muchos años" para las siguientes y que sólo Pekín y Londres han podido igualarla o superarla.
EUROPA PRESS

"Yo había estado en Seúl y Barcelona era para nosotros una experiencia inolvidable, que al mismo tiempo afrontábamos al principio con un poco de miedo y no nos los creíamos. En Seúl era la primera vez que se habían compartido sedes olímpicas y no estaba claro que fuera así toda la vida. Pensábamos que España no iba a ser capaz de organizarlo, pero nos equivocamos, y la ciudad, el gobierno y la ONCE se lo tomaron muy en serios e hicieron unos Juegos que han sido un modelo durante muchos años", comentó Leardy a Europa Press.

El exnadador, que a nivel deportivo estuvo "peor" que en Seúl donde ganó cuatro medallas, tres de oro, porque sólo nadó "tres finales", recuerda "el cariño de la gente". "Me gratificó mucho que en la piscina cerraron un trozo de gradas porque pensaban que no se llenaría y la tuvieron que reabrir porque las colas era grandes. El ambiente fue estupendo, una experiencia inolvidable", aseguró.

"Pensábamos que iban a ser los Paralímpicos del cemento y que no iba a vernos nadie, y luego fue todo lo contrario. Que te animen de una grada absolutamente llena era algo a lo que no estábamos acostumbrados y el ambiente es lo que mejor recuerdo", añadió Leardy, que también celebra el haber podido compartir aquella experiencia con su mujer, que ocupó un papel de voluntaria.

El director de Comunicación del CPE señalo que había "mucha ilusión" en la delegación, que fue una de "las más grandes", y que a nivel personal contaba "con la motivación", pese a que "las ayudas para preparación no tienen nada que ver con las de ahora". De hecho, pese a su discapacidad física, tuvo permiso para preparar los Juegos con el grupo de nadadores ciegos que lleva el hasta hoy todavía seleccionador nacional José Luis Vaquero.

"Cada uno se apañaba como podía. Ya en el 91 y el 92, con la organización ya avanzada con el apoyo de la ONCE, se estableció un plan de preparación con becas económicas. Creo que era poco efectivo para lograr resultados, pero fue la primera piedra para un futuro plan y un poco de reconocimiento para nuestro trabajo. Recibimos alguna compensación, pero los resultados no se debieron a eso, que fueron espectaculares con más de cien medallas, quizás motivados por la ilusión que había", añadió el cuatro veces medallista paralímpico.

Además, se quedó con la sensación de que aquellos Juegos hicieron que hubiese "un cambio importante en la percepción de las personas con discapacidad en la sociedad", pero también con "el mal sabor de boca de que fue muy impactante en Barcelona y Cataluña, pero no en el resto de España".

"Yo vivo en Madrid y allí pasaron casi desapercibidos, pero sí sirvió para un antes y un después de los paralímpicos y la proyección social en el resto del mundo, porque los siguientes se organizaron siguiendo el modelo de Barcelona", aclaró.

"ME GUSTA EL PASO ADELANTE QUE SE DIO EN LONDRES"

Por ello, Leardy cree que la consideración de que la capital catalana acogió los mejores de la historia "ha sido así durante bastantes años". "Se podía considerar los mejores y hubo muchas innovaciones, como las pantallas táctiles de información que era como ciencia ficción. El resto replicaron el modelo con el único Comité Organizador o la Villa, pero Atlanta un paso atrás",

"Sidney y Atenas estuvieron bastante bien, y quizás sí se superó en Pekín y Londres, que es normal porque después de tantos años se diesen pasos adelante. En Pekín la organización fue impecable, pero me gusta más el paso adelante de Londres porque tenía una sociedad distinta y moderna y el apoyo del público era sincero. Río, en cambio, no ha sido un paso adelante, fueron buenos, pero no creo que haya evolucionado", sentenció.

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