Koke y Filipe le dan la victoria al Atlético en Málaga (0-2) para acercarse al objetivo de la tercera plaza

El Atlético de Madrid ha vuelto a llevarse la victoria en un mal partido gracias a dos jugadas aisladas en el campo del Málaga (0-2). Koke en la primera parte y Filipe marcaron los goles en solo tres tiros a puerta de los rojiblancos, pero es que los malacitanos fueron incapaces de inquietar a Oblak pese a jugar la mayor parte del partido en campo rival. El equipo de Simeone aprovecha los empates de la Real Sociedad y el Villarreal para afianzarse en los puestos de Champions. Pero es que además, se coloca tercero a la espera de lo que haga el Sevilla ante el Sporting de Gijón.

En La Rosaleda se vio un partido muy espeso marcado por las bajas en el Atlético de Madrid (Gameiro, Carrasco, Gaitán y Vrsajko, además de Moyá, Tiago y Augusto) que obligaron a Simeone a hacer muchas probaturas. El entrenador dio descanso a Godín y Giménez y la pareja de centrales la formaron Lucas y Savic, que estuvo muy despistado durante el partido. El beneficiado por las ausencias en ataque fue Torres, que regresó al equipo titular junto a Griezmann.

Enfrente, Míchel alineó un equipo con cinco defensas, un centro del campo con músculo y solo Sandro en punta. La consecuencia de las alineaciones fue un partido plano, sin fútbol y sin apenas ocasiones. De esos que tanto le gustan al Atlético. En los que un detalle lo cambia todo. Y ese detalle volvió a caer del lado rojiblanco.

Después de 25 minutos en los que lo más destacado fue la lesión de Miguel Torres y que los malacitanos pidieron tres penaltis (ninguno lo era), se juntaron admirador e ídolo. O lo que es lo mismo, Koke y Fernando Torres. El centrocampista arrancó desde la banda y tocó para Torres, que controló y se giró con la suerte de que el balón le volvió a Koke, que solo tuvo que empujarla. Ejercicio de fe con el premio del gol.¡Así ha ejecutado @koke6 el gol del @atleti!

MGA 0-1 ATM#beINLaLiga pic.twitter.com/loSqyXgLQe— beIN SPORTS ESPAÑA (@beINSPORTSes) 1 de abril de 2017

Poco o nada cambio el partido después de esa jugada. Las pérdidas por ambos bandos se repetían cada pocos segundos. Especialmente errático con el balón estuvo Thomas, al que Simeone pegó a la banda para que sus fallos no tuvieran consecuencias más dolorosas para el Atlético. El Málaga no sabía cómo atacar la portería de Oblak y solo creaba algo de inquietud con los saques de banda de Rosales, que los metía todos al punto de penalti como si de saques de esquina se trataran. Las apariciones de Griezmann eran contadas, porque no le llegaba el balón, aunque lo que hacía era con criterio.El Málaga lo intentó, pero sin pegada

Si la primera mitad fue plana, la segunda lo fue aún más. El Atlético salió decidido a vivir de las rentas y se conformaba con no salir de su propio campo ante la inoperancia ofensiva del Málaga, que llegaga a tres cuartos de campo y ahí se le apagaban las luces. A pesar de que se jugaba todo a 20 metros del área de Oblak, el esloveno no tuvo que hacer ni una parada con algo de mérito mientras Míchel se desesperaba en la banda.

Simeone movió ficha y dio entrada a Correa por Thomas, pero el argentino no aportó nada en ataque. Míchel quitó la defensa de cinco y metió a Michael Santos, pero ni aún así creó peligro. El Atlético se animó a salir a falta de un cuarto de hora del final y en apenas unos segundos dispuso de dos ocasiones. Griezmann falló una ante Kameni de forma incomprensible, pero no perdonó Filipe Luis.

Torres intentó un regate en el área, el balón quedó suelto y la defensa del Málaga volvió a dejar ganarse la tostada como en el primer gol. Esta vez fue el lateral brasileño el que se quedó solo para marcar el segundo gol.

El Atlético no fue ni mucho menos superior al Málaga en cuanto a los futbolístico, pero la mayor calidad en ataque marcó el partido. La próxima cita, el martes ante la Real Sociedad. De ganar, dejarían prácticamente sentenciada la clasificación para la próxima edición de la Liga de Campeones (aunque sea a través de la previa) a falta de ocho jornadas cuando hace unas semanas parecía que se lo jugarían todos en las últimas semanas.